En medio de la crisis sanitaria, Venezuela celebra el día de la enfermera, una oportunidad para apreciar la valentía y valor de estas profesionales del servicio médico.
El Día Internacional de la Enfermería se celebra el 12 de mayo en todo el mundo con ocasión del aniversario del nacimiento de Florence Nightingale, según explica Wikipedia.
Hoy en día, ser una enfermera en Venezuela, implica el reto de trabajar sin recursos, arriesgando inclusive su salud, dadas las carencias en las medidas sanitarias que las exponen a toda clase de riesgos.
En primer lugar, los salarios venezolanos no permiten a ningún profesional vivir dignamente de su trabajo. Otros aspecto de la crisis nacional es la falta de acceso al transporte ya sea público o privado debido a la escasez de gasolina, lo que impide la movilización a sus sitios de trabajo.
Sin embrago, las enfermeras siguen acudiendo a sus sitios de trabajo, cumpliendo su labor con un encomiable compromiso con el prójimo.
«Ese es el gran valor de una enfermera venezolana», dijo Mariana González, mientras esperaba en la emergencia de un hospital público venezolano.
«Vine porque mi hija tiene un fuerte dolor de estómago», explicó, «Para atenderla me pidieron desde la mascarilla, los medicamentos y las inyectadoras, pero las enfermeras me ayudaron a conseguir algunos recursos y estuvieron junto a mi hija, mientras el médico de guardia podía atenderla… estoy muy agradecida», dijo.
Las valientes enfermeras, también son mujeres, madres, hijas, pero por sobre todo seres humanos capaces de mostrar la increíble resiliencia de los venezolanos en medio de la crisis que ha sumido al país en una pobreza inmerecida, dada la riqueza que su subsuelo alberga.