Durante una audiencia celebrada el martes en el Tribunal de Apelaciones de Londres, las autoridades venezolanas presentaron un recurso de revisión de las decisiones judiciales relativas a la gestión de las reservas de oro depositado en el Banco de Inglaterra.
El régimen de Nicolás Maduro argumentó que, dado que el gobierno británico ya no reconoce a Juan Guaidó como «presidente encargado», deberían invalidarse las resoluciones anteriores que le otorgaban el control sobre el oro depositado.
El Banco de Inglaterra ha estado custodiando más de 30 toneladas de oro, valoradas en 1.900 millones de dólares, que fueron depositadas por el oficialismo y el opositor Guaidó en 2019. Sin embargo, desde entonces mantienen una disputa legal ante los tribunales británicos por el control del oro.
La complejidad del caso ha dado lugar a numerosas resoluciones judiciales, apelaciones y contraapelaciones. Con anterioridad, la justicia inglesa había reconocido a Guaidó como legítimo representante de Venezuela y establecido que el directorio ad hoc del Banco Central de Venezuela (BCV), designado por él, podía instruir al Banco de Inglaterra como cliente respecto al oro depositado. Además, la justicia inglesa no validó las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Caracas que invalidaban tales nombramientos.
A pesar de las recientes convulsiones políticas en Venezuela, se ha producido un avance significativo en relación con el oro depositado en el país. A finales de diciembre, la asamblea de la oposición elegida en 2015 tomó la decisión de disolver el gobierno interino, que también fue aceptada por varios gobiernos, como el de Estados Unidos y el del Reino Unido. Curiosamente, esta medida podría tener un impacto en los depósitos de oro, ya que anteriormente se informó de que algunos de estos depósitos se estaban utilizando para apoyar la presidencia de Juan Guaidó.
La actual controversia en torno a la propiedad del oro venezolano depositado en el Banco de Inglaterra está causando agitación en los círculos políticos y financieros. Se espera que el Tribunal de Apelación de Londres emita en los próximos días un veredicto definitivo sobre este polémico asunto.