El presidente de Guyana, Irfaan Ali, ha hecho declaraciones en relación con la convocatoria a un referéndum consultivo sobre la defensa de la soberanía del territorio Esequibo anunciada por Venezuela el pasado 20 de octubre.
El Gobierno de Venezuela ha rechazado estas declaraciones, considerando que el mandatario guyanés se inmiscuyó nuevamente “en asuntos que son de completa competencia de los venezolanos”. Además, el presidente Ali se ha negado de manera recurrente a acudir a los diálogos convocados por Venezuela para resolver la controversia territorial de la Guayana Esequiba, como ordena el Acuerdo de Ginebra de 1966.
El territorio en disputa se encuentra entre el margen izquierdo del río Esequibo y los estados venezolanos de Bolívar y Delta Amacuro, así como por la definición de los correspondientes límites marinos. Actualmente, esta controversia territorial se dirime en la Corte Internacional de Justicia.
El canciller venezolano, Yván Gil, ha acusado al presidente Ali de persistir “en su abusiva y arbitraria conducta de disponer de un mar pendiente por delimitar” y de amenazar con ello “la estabilidad de la región”, con el amparo del Comando Sur de los EE.UU. Por su parte, el jefe de Estado guyanés se reunió recientemente con el líder de la oposición del país, Aubrey C. Norton, “para discutir la amenaza existencial de Venezuela a la soberanía e integridad territorial de Guyana”.
De larga data
Es importante recordar que este diferendo territorial entre Venezuela y Guyana no es nuevo. En 1899, un tribunal arbitral otorgó a Guyana el territorio en disputa. Sin embargo, Venezuela no reconoció este fallo y ha mantenido su reclamo sobre el territorio desde entonces .
La controversia territorial entre Venezuela y Guyana no es un tema nuevo, y ha sido objeto de disputa desde hace más de un siglo. Actualmente, la controversia se dirime en la Corte Internacional de Justicia. Sin embargo, la situación actual ha generado tensión entre los dos países y ha llevado a una serie de declaraciones cruzadas entre los líderes de ambos países .
Es importante destacar que la disputa territorial no tiene un impacto directo en la vida cotidiana de las personas. Sin embargo, la tensión entre los dos países puede generar preocupación e incertidumbre en la población. Además, el hecho de que la controversia se dirima en la Corte Internacional de Justicia puede generar expectativas en la población sobre una posible resolución del conflicto.