Hoy, 5 de octubre, se conmemora el 134º aniversario del natalicio de Teresa de la Parra. La escritora venezolana se destacó como una de las representantes más importantes de la novela latinoamericana. De la Parra es reconocida por su visión del liderazgo femenino en su época.
De la Parra nació en París, Francia en 1889, pero pasó gran parte de su infancia en la hacienda “El Tazón”, ubicada entre Turmerito y Piedra Azul, en Caracas. En 1906, a los ocho años de edad, su padre falleció y su madre decidió regresar a Europa para establecerse en España. Allí, De la Parra entró en contacto con las obras de escritores como Guy Muapassant Catulle Méndes y Valle-Inclán. Estos autores ejercerían gran influencia en su formación literaria.
El éxito de sus cuentos y artículos publicados en los periódicos caraqueños impulsó a De la Parra a escribir su primera novela, “Diario de una Señorita”, título que cambiaría momentos antes de su publicación por el de “Ifigenia”. En 1915, bajo el seudónimo de Fru-Fru, De la Parra publicó dos cuentos. “Un evangelio indio: Buda y la leprosa” y “Flor de loto: una leyenda japonesa” en el periódico El Universal. Probablemente los otros cuentos de este periodo no publicadas hasta 1982 son “El ermitaño del reloj”, “El genio del pesacartas” y. “La historia de la señorita grano de polvo, bailarina del sol”.
Criollismo
De la Parra es reconocida por sus inmortales novelas “Ifigenia” y “Memorias de Mamá Blanca”. La obra contienen rasgos del criollismo literario venezolano y la literatura europea. Su obra literaria expresó el ambiente íntimo y familiar de Venezuela a principios del siglo XX. Según Rose Anna Mueller, De la Parra “describió su educación y sus experiencias en Venezuela en un nuevo estilo libre del criollismo o estilo pintoresco en boga en la época”.
De la Parra y el feminismo
Teresa de la Parra es considerada una de las precursoras de la literatura feminista en América. En su obra literaria, De la Parra cuestionó el rol machista del hombre y criticó a la sociedad caraqueña por seguir patrones machistas donde la mujer debía ser la esposa sumisa. En la novela «Ifigenia». De la Parra plantea por primera vez en Venezuela el drama de la mujer frente a una sociedad que no le permitía tener voz propia y cuya única opción de vida, según la sociedad, era el matrimonio legalmente constituido. Por ello, el título de Ifigenia remite al personaje griego y al sacrificio.
En sus conferencias dictadas en Bogotá en 1930, De la Parra se refirió a la influencia de las mujeres en la cultura e historia española.
El estilo literario de Teresa de la Parra se caracteriza por su transparencia, donde se mezcla el criollismo venezolano con la influencia de las letras europeas. Su obra es una puerta abierta hacia el pasado, uno que se nutre de su historia y relatos familiares, además de manifestar un particular feminismo donde reivindica la libertad.