Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, ha informado esta tarde que se preparan un nuevo paquete de sanciones económicas en contra de Venezuela, 16 empresas del país petrolero y 4 panameñas y sobre tres supuestos acusados de lavado de dinero, narcotráfico y blanqueo de capitales.
Pedro Luis Martín Olivares, exjefe de la DISIP en Venezuela, y a dos de sus asociados en los supuestos ilícitos, Walter Alexander Del Nogal Márquez y Mario Antonio Rodríguez Espinoza, son a quienes Mike Pence a catalogado de narcotraficantes y sobre quienes el Departamento del Tesoro de la nación del Norte han impuestos las sanciones de la OFAC, Oficina de Control de Activos Extranjeros norteamericana.
Mas presión y cerrar aún más el cerco económico ha pedido Pence a los representantes de los países americanos, reunidos este lunes en la asamblea extraordinaria, convocada por su Luis Almagro, con carácter de urgencia y debido a la cercanía del evento electoral venezolano. El vicepresidente norteamericano a acusado de a la administración de Maduro la responsabilidad de la crisis económica en la que se encuentra sumido el país sudamericano.
Igualmente se está evaluando sancionar a una empresa, de la cual no se ha revelado el nombre, que se encarga de prestar servicios a los tanqueros petroleros venezolanos, con respecto a las coberturas de seguros que son necesarias para transportar el crudo.
Sanciones que llegan en el momento justo
Mientras Washington se debate entre permanecer o salir del tratado con Irán, imponiéndole nuevas sanciones y con un repunte de los precios del petróleo que han alcanzado una cifra récord a un nivel mayor al visto en 2014, el presidente estadounidense Donald Trump, busca la creación de una matriz
internacional contra Venezuela persiguiendo el cambio de gobierno en la república petrolera que sea más afín a sus lineamientos económicos.
La semana pasada el viceministro venezolano Samuel Moncada, afirmó que los Estados Unidos a través de la OEA, están «Construyendo un caso de intervención en Venezuela, aquí hay un teatro montado», anunció Moncada y explicó que, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú han protagonizado una solicitud ante la Casa Blanca la situación precaria que padece el pueblo venezolano, tipificándola como “Crisis Humanitaria” y para la cual han solicitado una intervención militar, manifestó el viceministro venezolano para América del Norte.
Venezuela se ha quedado sólo en la OEA y sólo cuenta con el apoyo de Cuba y Bolivia, ya que Nicaragua y Ecuador, que en otras ocasiones también apuntalaron las intervenciones venezolanas, por ser socios comerciales de la misma, en esta ocasión escogieron la no intervención y el silencio.
El secretario de la asociación panamericana declaró que delegaciones de Colombia, México, Argentina, Chile, Panamá, Perú, Costa Rica, Paraguay, Guatemala, Uruguay, Estados Unidos y Brasil presentaron sus quejas ante la comunidad y presentaron la crisis venezolana ante la OEA. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, que tiene una lucha sin cuartel contra el gobierno socialista, también ha catalogado la asamblea como «un importante paso» ya que según ha analizado, «Venezuela ha reconocido finalmente la existencia de una crisis humanitaria».
Aunque en ningún momento el representante del gobierno de Caracas y ninguno de sus voceros lo haya afirmado, «También queda claro, y esto en función de todos los expertos, que la crisis es autoinfligida por el régimen bolivariano a su pueblo», acotó Almagro luego del final de la sesión ante la prensa.
El gobierno de Trump en no pocas ocasiones en el último año ha estado recrudeciendo las sanciones hacia Venezuela, contra miembros del gobierno y de su familia y en el último mes ha prohibido a empresas y financieras americanas y de sus asociados comerciales en todo el mundo a comercializar con el Petro criptomoneda, con deuda venezolana o de la estatal petrolera PDVSA, cuestión que ha dado un duro golpe a la economía venezolana que no se ha podido restablecer, ni encontrar forma de financiar la economía local.
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