Vanessa Neumann, representante del equipo diplomático del diputado Juan Guaidó en el Reino Unido, renunció el pasado martes a su cargo y adicionalmente cuestionó el futuro del liderazgo de la oposición venezolana.
La información se dió a conocer mediante unas declaraciones de la diplomática que fueron publicadas al diario británico Financial Times
Asimismo reclamó por un “retardo” en la liberación de fondos por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) a la gestión interina.
“La lucha contra Maduro continuará, y yo personalmente continuaré esa lucha. El futuro del liderazgo dentro de la oposición no está claro», aseguró la diplomática, haciendo alusión a las divergencias internas dentro de las fuerzas democráticas por la Consulta Popular y la tesis de la “continuidad administrativa” del Parlamento.
Por su parte, el partido Primero Justicia propuso hace varias semanas en el seno de la coalición “rotar” la vocería del bloque, una propuesta que fue rechazada por Voluntad Popular, que mantiene una agria e histórica disputa con la tolda naranja.
La activista opositora venezolana tildó en sus declaraciones como “trágico” el hecho de que Guaidó no haya podido desplazar a Maduro del poder tras casi dos años de su jura como presidente encargado.
Neumann reclama en sus alegatos al Financial Times que la OFAC ha tenido “retardos” en la liberación de los recursos en el exterior congelados a Venezuela y que serían manejados por la gestión de Guaidó para el pago de los abogados.
Vanessa Neumann protagonizó un escándalo el pasado 5 de septiembre, cuando se hizo pública una conversación suya con Manuel Avendaño en la que recomienda no reclamar por el control del Territorio Esequibo para evitar que Reino Unido retirara su respaldo a Juan Guaidó.
Venezuela mantiene una reclamación de 159 mil kilómetros de Guyana, adjudicada en 1899 al imperio británico mediante un laudo arbitral en París. Pero en 1962, Venezuela presentó ante Naciones Unidas una demanda alegando que el laudo fue resuelto de manera fraudulenta, ya que supuestamente hubo complicidad entre los delegados británicos y el juez ruso que dictó el fallo.