Venezuela acude a la CPI contra sanciones

La crisis venezolana sigue agudizando, en medio de las presiones en contra del gobierno bolivariano

El gobierno bolivariano presentó una apelación contra Washington en la Corte Penal Internacional (CPI) en febrero, argumentando que las sanciones estadounidenses contra Caracas constituyen un crimen contra la humanidad.

Venezuela considera que los esfuerzos estadounidenses para impedir el comercio de su petróleo violan el derecho internacional, y apelará a la CPI en La Haya, anunció el martes el ministro de Relaciones Exteriores Jorge Arreaza.

«Las nuevas amenazas de sanciones y confesiones de un portavoz estadounidense confirman la agresión (de Estados Unidos) contra Venezuela. Con los recursos obtenidos de la venta de aceite, se compran medicamentos, alimentos y suministros para nuestra gente. Prevenir esto es un crimen. Plantearemos este tema ante la Corte Penal Internacional», escribió Arreaza, incorporando un video con la figura de la administración Trump Mauricio Claver-Carone amenazando con liderar al gigante petrolero español Repsol con sanciones si continúa exportando crudo de Venezuela.

En el video, Claver-Carone, quien se desempeña como director de la Oficina del Consejo de Seguridad Nacional de Asuntos del Hemisferio Occidental, amenaza a Repsol y otras compañías petroleras extranjeras con sanciones estadounidenses por su continua cooperación con Venezuela.

«No hay excepciones para ninguna empresa en el mundo. Hablamos con Repsol, hablamos con la India Reliance, con la… Les explicamos que si continúan esta actividad, pueden estar en riesgo de sanciones», dice el funcionario.

Esta es la segunda vez que Caracas acude a la CPI por su derecho a hacer negocios con otros países desde febrero, cuando envió una queja ante el tribunal por las sanciones estadounidenses contra Rosneft Trading, una subsidiaria del gigante petrolero ruso Rosneft, por sus tratos con Venezuela.

«Estas acciones contra Rosneft Trading violan la libertad de comercio y de negocios», escribió Arreaza en ese momento. Caracas añadió la queja de Rosneft a su apelación ante el Tribunal de La Haya con respecto a las restricciones impuestas a estados Unidos al país desde 2014. No está claro si la queja del martes será presentada como un caso separado, o añadida a los cargos existentes de Caracas contra los Estados Unidos.

Estados Unidos abofeteó las sanciones contra el gigante petrolero venezolano PDVSA a principios de 2019, después de reconocer al autoproclamado «presidente interino» Juan Guaidó como el líder del país. Las medidas estadounidenses también han incluido la incautación de 7.000 millones de dólares en propiedades de PDVSA en el extranjero, incluidas las del minorista de gas estadounidense Citgo. En marzo, la petrolera Refinería di Korsou, con sede en Curazao, también se apoderó de una terminal petrolera DE PDVSA en la isla caribeña holandesa de Bonaire tras una disputa de pago.

Washington ha transferido algunos de los activos petroleros incautados a Guaidó y sus aliados, a pesar de los informes de los medios de comunicación de que los miembros de su «gobierno interino» se han sumergido y desprendiendo estos fondos para su propio uso personal.

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