El gobierno de Venezuela ha rechazado la orden de un tribunal federal de EE. UU. de ejecutar la subasta de Citgo, refinería que es propiedad del país. La orden se hizo en respuesta a una demanda presentada por un grupo de acreedores que reclaman más de 10 mil millones de dólares por expropiaciones e impagos de deuda.
El gobierno venezolano ha negado las acusaciones de expropiación e impago de deuda, y ha dicho que la subasta de Citgo es un intento de «expropiar» la compañía. El gobierno también ha dicho que la subasta tendría un impacto negativo en la economía venezolana, ya que Citgo es una de las principales fuentes de ingresos del país.
El senador estadounidense Bob Menéndez dijo que presentará un proyecto de ley que agregaría a Venezuela a la jurisdicción de la Comisión de Liquidación de Reclamaciones Extranjeras del Departamento de Justicia. Ese proceso podría proporcionar una forma más justa de resolver los reclamos de los acreedores. Pero podría llegar demasiado tarde para detener la subasta en Delaware.
Esta subasta es un nuevo golpe para el gobierno venezolano, que ya está luchando contra una crisis económica y política. El gobierno ha negado las acusaciones de expropiación e impago de deuda, y ha dicho que esto es un intento de «expropiar» la compañía.
La subasta de Citgo es un caso significativo que podría tener un impacto duradero en las relaciones entre EE. UU. y Venezuela. La subasta también podría tener un impacto significativo en la economía venezolana, ya que Citgo es una de las principales fuentes de ingresos del país.
El gobierno venezolano ha dicho que apelará la decisión del tribunal. La subasta está programada para octubre.
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