La Administración estadounidense ha intensificado su presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro con una doble estrategia: por un lado, mantiene un despliegue militar sin precedentes en el Caribe; por otro, ha reabierto discretamente un canal de diálogo con Caracas. Según reveló The New York Times, el presidente Donald Trump ha autorizado operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano, mientras evalúa opciones para una posible intervención más amplia.
En paralelo, el propio Trump reconoció el domingo que su gobierno “podría estar negociando” con Maduro. Estas conversaciones, que se habían suspendido temporalmente, habrían incluido una propuesta del mandatario venezolano para dejar el poder en un plazo de dos años, según fuentes citadas por el diario neoyorquino.
Operación Lanza del Sur y acciones encubiertas.
La campaña militar estadounidense, denominada Operación Lanza del Sur, ha incluido el hundimiento de al menos 21 embarcaciones sospechosas de transportar drogas, con un saldo de 83 muertos. Aunque la Casa Blanca sostiene que estas acciones buscan frenar el narcotráfico, no ha presentado pruebas públicas que vinculen directamente a las lanchas con organizaciones criminales.
El Departamento de Estado anunció que el Cartel de los Soles, presuntamente liderado por Maduro, será incluido en la lista de organizaciones terroristas extranjeras a partir del 24 de noviembre. Esta designación permitiría a Washington emprender acciones militares sin necesidad de aprobación del Congreso, según la interpretación de la Casa Blanca.
Ambigüedad estratégica y objetivos difusos.
Trump no ha definido aún el alcance ni el objetivo final de su estrategia. Aunque ha descartado por ahora el envío de tropas, asesores del Pentágono han presentado planes para atacar infraestructuras vinculadas al narcotráfico y unidades militares cercanas al régimen. Las operaciones encubiertas de inteligencia ya estarían en marcha.
En público, el presidente mantiene un discurso firme contra Maduro, a quien acusa de liderar una red de narcotráfico. En privado, sin embargo, habría mostrado interés en negociar el acceso de empresas estadounidenses al petróleo venezolano, según fuentes citadas por el Times.
Maduro responde con mensajes contradictorios.
Desde Caracas, el gobierno de Maduro ha alternado llamados a la calma con discursos de tono más beligerante. El martes, el mandatario pidió “serenidad absoluta” ante las maniobras militares estadounidenses en el Caribe. En un acto público, incluso recurrió a referencias religiosas para reafirmar su liderazgo y la defensa espiritual del país.
No obstante, el fin de semana adoptó un tono más combativo, instando a sus seguidores a “defender cada centímetro” del territorio. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) anunció la activación de 260.000 Comités Bolivarianos de Base para reforzar la vigilancia interna ante posibles amenazas externas.