¿Y qué hay con la ley Antibloqueo?

¿Y qué hay con la ley Antibloqueo?, es la pregunta del millón de dólares. Hasta la fecha en esta redacción no hemos conseguido el texto completo, por lo cual las incógnitas van «in crescendo».

Lo primero que supimos sobre la ley fue que sería un arma para salvarnos (o salvar al gobierno bolivariano, más bien) del acoso de los bravucones del norte, es decir Trump y compañía.

Cuando Nicolás Maduro anunció su creación y puesta a «consideración» de la asamblea nacional constituyente, dijo que «vencerá» el bloqueo y las sanciones que Estados Unidos ha impuesto contra el país.

En una alocución transmitida por Venezolana de Televisión dijo: «Con esta ley constitucional vamos hacer un gran cambio necesario para enfrentar con valentía las amenazas del imperialismo, el bloqueo, la persecución y combinar el trabajo productivo rumbo hacia una sociedad socialista».

Muy cónsono con el discurso gubernamental de los últimos años, en el cual todos los males acaecidos al país, son producto de los otros y no del gobierno. Claro está que hay responsabilidad de ambas partes, porque si bien es cierto que las acciones unilaterales norteamericanas estaban «dirigidas» a Maduro y compañía, no es menos cierto que los venezolanos hemos padecido sus embates.

Estamos seguros que a ninguno de los dirigentes políticos de la alta esfera de este país (tanto del oficialismo como la oposición), les falla la electricidad, el agua, el gas doméstico o algún otro servicio básico. Tampoco tienen problemas para comprar alimentos, medicamentos, ropa u otros enseres tecnológicos que hacen la vida más fácil.

La pobreza de un país rico

Venezuela es un país en la que la mayoría de los ciudadanos está por debajo del umbral de la pobreza, que el Banco Mundial mide con el ingreso de 2 dólares estadounidenses al día, con un salario mínimo menor a 1 dólar mensual. Sin embargo las riquezas minerales que posee son tan grandes, que es una incongruencia esta situación.

El deterioro de la economía ha sido el único indicador estable que los venezolanos hemos percibido en el período de gobierno de Nicolás Maduro, los intentos esporádicos de enmiendas de las políticas económicas han sido infructuosos: la reconversión monetaria, media docena de aumentos salariales, los intentos de reactivación del aparato productivo, que sólo han permitido que las última divisas se hayan fugado del país, el Petro, una criptomoneda que nadie usa.

Hemos visto colapsar los sistemas sanitarios, de salud y educativo, pero sobre todo hemos visto la descomposición social de una sociedad donde la impunidad campea, en la que en lugar de servidores públicos lo que tenemos son depredadores que se han enriquecido a costa de la necesidad de los ciudadanos.

¿Todos estos males acabarán con la ley antibloqueo?, una ley que apoya el 90% de aquellos que llenaron una encuesta en el sistema patria, antes de recibir uno de los bonos insuficientes con los que el gobierno bolivariano «defiende al pueblo de los embates de la crisis económica» y que no alcanzan para comprar un pollo.

La aprobación expedita

Esta ley, inconsulta, aprobada por una asamblea títere, pretende dar soluciones que una vez más beneficiaran a unos pocos, está hecha para operar fuera de la constitución venezolana, así lo han manifestado analistas que aparentemente si la han leído.

Su texto fue aprobado el jueves 8 de octubre desde el Palacio Federal Legislativo, luego de un debate único que giró en torno a un monólogo de tres constituyentistas, entre ellos Hermann Escarrá.

Sin embargo, no se discutieron uno a uno los 44 artículos de la denominada ley ni se les presentó a los constituyentistas el proyecto, reporta la prensa nacional.

Luego de la aprobación express de la ley, Maduro presentará el texto ante el Consejo de Estado para que el organismo solicite al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) –designado por el oficialismo– su opinión sobre la “constitucionalidad” del documento, explicó Diosdado Cabello, en sus funciones de presidente de la ANC.

Las Dudas

Para la economista Pasqualina Curcio, esta ley podría no tener «un verdadero efecto sobre las condiciones de vida de la población si ni siquiera se consideran el ataque al bolívar y el desabastecimiento».

Plantea en un artículo publicado en su Blog «Abre Brecha» : «¿Hasta qué punto esta ley que dará concesiones al capital transnacional para que “traiga” sus divisas, permitirá una reactivación de la producción nacional, si está siendo obviada una de las principales armas de la guerra económica, el ataque al bolívar, que como hemos venido mostrando y demostrando econometricamente no solo induce la hiperinflación, sino que contrae la producción nacional?»

Advierte de la posibilidad de la fuga de capitales, sobre la venta de los activos nacionales, sobre un endeudamiento desfavorable para el país y la falta de contraloría de estos nuevos ingresos.

«Recordemos que el gran negocio de los capitales transnacionalizados ha sido llevarse las divisas de los venezolanos, desde 1970 se han llevado 700 mil millones de dólares, de los cuales más de la mitad se encuentra en cuentas bancarias del exterior. Adicionalmente, mientras más divisas han recibido por parte del Estado, menor ha sido la inversión privada en territorio nacional.», indica en su análisis.

Todo parece indicar que las acciones que se pretenden emprender, se parecen mucho a las tomadas por aquella cuarta república que ellos tanto han criticado.

Con la ley Antibloqueo, entonces buscan solventar los problemas de siempre con las soluciones de siempre. Se parece al cliché: «La definición de la locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados».

Según la economista, la ley no establece que los salarios serán ajustados adecuadamente, en su lugar establece que “el uso de los recursos estará orientado a desarrollar sistemas compensatorios del salario o del ingreso real de los trabajadores y trabajadoras.”, es decir que los trabajadores seguirán dependiendo del gobierno en lugar de que el producto de su trabajo sea lo que les de el sustento real y digno.

Y a nadie le pasará nada

Otro aspecto que acota es que con la ley antibloqueo no serán detenidos aquellos que propicien o apoyen las sanciones internacionales: «no toca a quienes van por el mundo robando nuestros activos, mandando cartas a los bancos para que realicen transacciones financieras con nuestro país o simplemente a quienes llamen al bloqueo. Al respecto, pareciera faltarle un título sobre las sanciones, especialmente cuando en el artículo 1 se establece que el bloqueo constituye un crimen de lesa humanidad».

Se evidencia entonces que Venezuela seguirá en el caótico desequilibrio que ahora vive, sólo parece que van a deshuezar lo que queda, después vemos….