Ha pasado un año del atentado contra Maduro, evento que marcó el incremento del conflicto político venezolano, en el marco de la crisi socioeconómica del país.
En medio del conflicto político y la crisis del país, el gobierno bolivariano afianza su posición en un marco de desestabilización institucional, que ha llevado a más de 4 millones de venezolanos a dejar sus hogares, como forma de supervivencia.
En los medios oficialistas se conmemoró el hecho: «Este domingo, se cumple un año del magnicidio frustrado orquestado por la derecha nacional e internacional, que intenta socavar la soberanía de Venezuela. Ante las agresiones constantes impulsadas por factores externos, el Presidente Maduro ha hecho énfasis en la necesidad de fortalecer la unión cívico-militar para seguir avanzando en la construcción de un modelo socialista propio: el de la Revolución Bolivariana del siglo XXI», publicó la Agencia Venezolana de Noticias, AVN.
El gobierno bolivariano sumariza las acciones posteriores al atentado, poco más de un mes, el fiscal general, Tarek William Saab, informó que siguen las investigaciones en el caso. Informa que se han imputado un total de 38 personas, de las cuales 31 se encuentran privadas de libertad y siete con medidas sustitutivas. Además se han presentado 18 acusaciones y existen 15 personas con orden de aprehensión, pero que según las declaraciones de Saab, se encuentran fuera del país.
Posteriormente el gobierno bolivariano acusa a la Asamblea de tramar un golpe de estado, levantando la inmunidad parlamentaria de algunos de sus miembros entre los que destacan Henry Ramos Allup, Luis Germán Florido, Marianela Magallanes López, José Simón Calzadilla Peraza, Andrés Enrique Delgado Velázquez, Amerigo De Grazia y Richard José Blanco Delgado. Ninguno de ellos aprehendidos hasta el momento.
Los efectos de una guerra no convencional
Mientras se habla de conversaciones y acuerdos, la situación del país se deteriora exponencialmente. Por un lado e agudiza la escasez de alimentos y medicamentos o se pronuncia la falta de acceso a ellos, vía el deterioro de la economía, por otro se incrementan los números de los desplazados venezolanos a quienes cada día se les cierran las puertas en los países vecinos, vía procesos burocráticos disfrazados de buenas intenciones.
Durante este año transcurrido, se ha cubierto en los medios escándalos de corrupción, señalamientos tanto verdaderos como falsos, pero es el venezolano común el que sufre las consecuencia de una pelea de élites, que están exentos del sufrimiento y las privaciones que pesan en el grueso de la población.