Alejandro Hidalgo se abre camino en Hollywood

El director de cine venezolano Alejandro Hidalgo se abre camino en la gran industria del cine, destacando la creatividad en un género de gran demanda como es el del horror.

Su película, el exorcismo de Dios, se ha convertido en un éxito y tuvo una inversión para su realización de 1.300.000 de dólares y tuvo una recaudación de 2.326.829 US$. Se trata de una película de bajo presupuesto, para los estándares de Hollywood, pero significativamente importante para los estándares de la cinematografía latinoamericana en general y venezolana en particular.

Un sacerdote estadounidense que trabaja en México es poseído durante un exorcismo y termina cometiendo un acto terrible.

Sinopsis publicada en IMDB.

En Venezuela la han visto más de 50 mil personas y más de un millón en Latinoamérica, convirtiéndose así en la segunda película de terror más taquillera del 2022 en la región detrás de Scream Marzo de 2022.

Hacía cinco años que una película venezolana no generaba tan buenos números de taquilla en su propia tierra, según reportan medios de comunicación locales.

En este film, el director Alejandro Hidalgo brinda al público un espectáculo cinematográfico sin precedentes, no solo a la audiencia venezolana, sino al público internacional.

Hay opiniones a favor y otras encontradas en torno a la película. Destacan principalmente dos puntos: una aparente crítica a la Iglesia Católica durante la resolución de la historia, y la homofobia, reflejada en uno de los parlamentos del protagonista.

Ante este ultimo argumento, el creador explica que «Desde que concebimos este proyecto, supimos que detonaría reacciones diversas y extremas. Se trata de una película que se vende a sí misma como un film de terror comercial, pero que, en el fondo, es mucho más. “El Exorcismo de Dios” es un film que explora los principios de la religión católica para reflexionar acerca de temáticas humanas tales como el abuso sexual, la corrupción de poder, la discriminación y por sobre todas las cosas, el perdón como la manifestación más poderosa del amor. La película habla del divorcio que suele existir entre la espiritualidad y la religión. La religión es liderada por hombres que pueden corromperse, hombres que han discriminado el matrimonio homosexual, hombres que abusan del poder a través de la fe. Solo basta revisar un capítulo de nuestra historia conocido como el Oscurantismo Medieval».

Hidalgo explica que fuera de una crítica a la iglesia católica, la pieza cinematográfica «es una invitación a que nosotros, como individuos, reconozcamos en dónde está Dios y dónde no. En la Iglesia Católica hay hombres de bien, pero también hay hombres que se han dejado corromper, y que han ocultado terribles escándalos de abuso sexual infantil. En esta película, todos los elementos asociados a la corrupción están conectados a la posesión diabólica. Todos somos hijos de Dios, todos somos hermanos y estamos hechos de su luz, pero cuando caemos en tentación y cometemos pecados, nos arrancamos a Dios de nosotros y nos dejamos poseer por la inconsciencia. Dejamos de ser nosotros. Debemos amar a los demás tanto como a nosotros, debemos perdonar a los otros y a nosotros mismos. En este punto conecto con las enseñanzas de Jesús. De esto habla esta película que ciertamente presenta figuras diabólicas blasmemas, y que tal vez para muchos no resulte políticamente correcta, pero que según nuestro juicio ¡sí es correcta! Y si en algo coincido con la crítica del New York Times, es que creo mucho en mí como artista para hablar de mi visión del mundo con la audiencia».

Los venezolanos conocimos su ópera prima: La casa del final de los tiempos. Protagonizada por Rudy Rodríguez, la cual será filmada nuevamente para su comercialización internacional.

A través de
venezuelacomenta.com
Fuente
eluniversal.comcentroculturalchacao.com

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