El designado canciller colombiano, Alvaro Leyva, abrió este jueves la puerta a diálogos de paz con todos los sectores violentos del país que estén dispuestos a negociar, al recordar que el gobierno entrante de Gustavo Petro ha hablado de «paz total».
La manifestación de Leyva se conoció luego que circulara en la prensa local una carta firmada por las seis bandas criminales mas peligrosas del país en la que le manifestaban al nuevo gobierno su disposición a dialogar e incluso ofrecían un cese al fuego a partir del 7 de agosto.
La carta estaba dirigida al presidente Petro, a su vicepresidenta, Francia Márquez, y al canciller designado, Alvaro Leyva, quien hoy confirmó que recibió el mensaje.
«Yo la recibí y es algo de lo que tenía noticia de tiempo atrás, porque por alguna razón hablábamos de la paz total y es uno de los cometidos, uno de los propósitos, y es precisamente lo que vamos a iniciar con muchos y a continuar con otros», argumentó Leyva.
El canciller designado no entró en detalles respecto de la carta, al referirse, a manera de ejemplo sobre el propósito de paz del entrante gobierno, a la retoma de las estancadas conversiones con el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN).
«No es que se vaya a iniciar una conversación con el ELN, se va a continuar con la misma agenda, con los mismos principios», adelantó Leyva.
«Aspiro a que esto salga al otro lado», confió el dirigente político de origen conservador, al recordar que su cargo será el «ministro de relaciones exteriores y de paz», un asunto que está dispuesto a «impulsar».
En su misiva, el temido Clan del Golfo, los Caparros, los Rastrojos, los Shottas de Buenaventura, la Inmaculada de Tuluá y los Mexicanos de Quibdó, dijeron estar dispuestos a «coordinar un cese al fuego» con el gobierno desde el 7 de agosto.
También ofrecieron «desarmar» sus estructuras, «pedir perdón», «aportar verdad total e integral» y no volver a cometer «actos criminales, todo ello en el marco del modelo de «justicia restaurativa» con la que se juzga a las antiguas FARC.
Sin embargo, Roy Barreras, presidente del nuevo Senado y miembro del oficialista Pacto Histórico, aseguró que las «bandas criminales» solo podrían obtener «su reincorporación a través de la justicia penal ordinaria».
Caso distinto del ELN que tendría «alguna posibilidad de apelar a la justicia transicional, porque han tenido una historia de insurgencia».
«El Congreso está listo a trabajar las adecuaciones normativas que resultan necesarias para que esa oportunidad que ofrezca el gobierno Petro a esos colombianos que matan, si dejan de matar, se haga una realidad», argumentó el legislador.
En un análisis reciente, elaborado por la Fundación Ideas para la Paz (FIP), se aseguró que el proceso de diálogo con el ELN no sería ni «fácil» ni «rápido», para lo cual se sugirió al gobierno entrante construir «una oferta negociadora acotada y factible» a ese grupo.
Mientras que el ELN, que se manifestó dispuesto a entablar diálogos con el gobierno de Petro, tendría que tomar decisiones con «convicción» desde su comandancia para «avanzar en la negociación y poner fin al conflicto armado».
Las negociaciones de paz con el ELN han estado marcadas en gobiernos anteriores por largas discusiones que solo han conducido al fracaso.