En la Venezuela actual destacan para bien o para mal diferentes personalidades.
Actualmente los venezolanos están muy visibles ante la opinión pública internacional, sobre todo si tienen éxito económico. Sin embargo ante situación política, no todos salen bien librados.
Mucho se ha hablado de los boliburgueses, los enchufados, los aprovechados y los socialistas de puro cuento.
La prensa y las redes sociales están llenas de contenidos al respecto, no se puede ocultar que los que enardecen más a la opinión pública son aquellos sobre quienes se han llenado los bolsillos a costas de la debacle del país.
En otros tiempos, los venezolanos merecían mejor opinión en general, pero la crisis actual ha mostrado la peor de las caras. Esto lamentablemente ha derivado en actos de xenofobia y desprecio, sufrido de manera inmerecida por venezolanos al azar.
De nuestra tierra han partido profesionales, técnicos, obreros calificados, gente emprendedora, trabajadora, honesta, brillante y muy valiente. Algunos se fueron con mejores recursos económicos que otros, no se puede negar.
Sin embargo, son muchos los venezolanos que han demostrado su valía, que se han sobrepuesto a circunstancias adversas. Demostrando eso que está grabado en nuestro ADN, que somos siempre más grandes que los obstáculos y que no hay nada que nos detenga, si así nos lo proponemos.
Así somos los venezolanos, listos y prestos a «echarle pichón» a lo que venga, porque nuestros valores son los que nos definen. El optimismo, el empeño, la habilidad de afrontar cualquier problema y trabajar hasta solucionarlo, todo movido por lo aprendido en casa, el amor, la unión y el sentido de protección a nuestras familias.
El éxito no es un pecado
En estos tiempos, si un venezolano tiene éxito, rápidamente es pasado por el tamiz de los prejuicios. se vuelve culpable hasta probar su inocencia, contrario al dogma legal.
Si bien es innegable que la corrupción existe y que el desfalco al país es incuantificable, no se puede encajar a todos en el mismo molde. Sobre todo si han tenido algún cargo dentro de la industria petrolera o el gobierno.
Se han abierto casos, se han investigado tramas de lavado de dólares, se han hecho detenciones, como el caso de Mathías Krull, Abraham Edgardo Ortega, entre otros.
Pero a personas como Eudomario Carruyo, exdirector Interno de Finanzas de PDVSA, se les ha señalado infundadamente, de manera repetitiva. Pareciera que, como otros venezolanos, paga el pecado del éxito cosechado tras años de trabajo.