Entre el cielo y el internet no hay nada oculto, ningún tema cae en el olvido, ningún escándalo caduca y, por supuesto, hay pesca de río revuelto para crear tendencias de opinión.
En Venezuela, basta y sobra con haber estado cerca de Chavez para no salir nunca del ojo del huracán, prueba de ello es Alejandro Andrade, ex guardaespaldas del difunto y eterno comandante de la revolución que hundió al país.
Recientemente saltó a la palestra su nombre, ligado a su hijo, ya que a éste le cerraron las puertas de entrada a Colombia.
Alejandro Andrade, fue condenado en 2018 por una corte de Estados Unidos a 10 años de prisión por lavar 1.000 millones de dólares de fondos públicos, según documentos judiciales (con información de Reuters)
A su hijo, Emmanuel Andrade, se le conoce en la redes sociales por llevar un a lujosa vida, gracias a las riquezas de turbio origen de su padre.
Nada cae en el olvido
Cuando escasean las noticias, hay que recurrir a los archivos, así de manera sensacionalista se levantan lectores, generando interés sobre un tema ya abordado.
Otro caso padre e hijo que tiene el mismo tratamiento, es el de Eudomario Carruyo y su hijo, a quienes han asociado con los Panamá Papers, sin fundamentos legales o algún elemento probatorio.
Estos dos casos, tienes una profunda diferencia, pese al mismo tipo de tratamiento. Mientras Andrade está convicto y confeso en los Estados Unidos, Carruyo lleva el peso del acoso mediático sin fundamento.
Mucho se ha escrito sobre los Papeles de Panamá, pero hay que recordar las declaraciones los voceros de la Firma Osak Fonseca, que indicaban que los periodistas lo estaban usando como «chivo expiatorio» para distraer la atención y no investigar a fondo los sobornos de Odebrecht.
Hoy en día la misma información sale a flote en medio de la crisis política venezolana cuando el gobierno y la oposición se encuentran en medio de un proceso de diálogo auspiciado por Noruega y llevado a cabo en Barbados.