Las noticias sobre el estilo de vida de los familiares de los líderes bolivarianos siguen surgiendo. El dinero venezolano es una fuente de bienestar para los privilegiados y los enchufados.
La rueda del dinero venezolano gira sin parar, mientras el grueso de la población lucha por sobrevivir con menos de 10 dólares al mes, los herederos de la élite bolivariana tienen una vida privilegiada.
Recientemente María Gabriela Chávez ha sido señalada por llevar un estilo de vida, parecido al de Paris Hilton. Mientras la primera es heredera del ideal socialista del difunto Hugo Chavez, la segunda es nieta del acaudalado William Barron Hilton, fundador de un imperio capitalista líder en los mercados internacionales.
Por otra parte los hijos de Cilia Flores, también han sido puestos en la luminaria de la opinión publica por la compra de unos inmuebles de lujo.
El estilo de vida de estos jóvenes, dista mucho de lo planteado por sus padres, quienes acusan al sistema capitalista por crear un mundo desigual, con privilegios para pocos que se basan en el detrimento de la vida de otros.
El sello del socialismo venezolano
Este parece el lamentable sello del socialismo venezolano, nuestro país tan rico en recursos carece del equilibrio necesario para repartir la prosperidad entre todos, que es justamente la meta del movimiento ideológico.
Este es el marco que ha manchado la reputación de los venezolanos en general. Hoy en día si un venezolano tiene alguna forma de éxito financiero y notoriedad, primero pasa por el filtro de la suspicacia, sobre todo si ha tenido cargos públicos.
Se han investigado casos y tramas de lavado de dólares, mediante los sistemas judiciales de otros países, que han producido detenciones, como el caso de Mathías Krull, Abraham Edgardo Ortega, entre otros.
Sin embargo, hay otras personas, como Eudomario Carruyo, exdirector Interno de Finanzas de PDVSA, quienes han sido señalados infundadamente y de manera repetitiva. Sus nombres han sido enlodados para beneficio de otros, que ocultan sus crímenes, tras cortinas de humo y escándalos, sin importar a quien perjudiquen.