La paridad de oportunidades y el fin de la violencia machista son las principales reivindicaciones del Día Internacional de la Mujer, 8M; que este año también pone el foco en los rostros de las ucranianas, que parten solas o con sus hijos hacia las fronteras desafiando las bombas y, a menudo, la agresión, incluida la sexual.
Los reclamos cobran más fuerza después de dos años de pandemia, donde las restricciones, el teletrabajo y los confinamientos agudizaron las discriminaciones y la violencia de género en todo el mundo.
Por eso hoy, en distintas ciudades del mundo las mujeres organizan marchas conmemorativas para recordar a aquellas mujeres trabajadoras de una fábrica estadounidense que el 8 de marzo de 1908 murieron en una fábrica tras un incendio.
Reclamaban tener los mismos derechos que sus compañeros varones: la misma paga por igual tarea y una jornada laboral de menos de 10 horas. Iniciaron una huelga que devino trágica cuando el dueño de la fábrica cerró las puertas para intentar disolver la protesta y el fuego lo devoró todo. Tras 114 años los reclamos siguen vigentes.
En Roma, una marcha recorrerá el centro, desde Piazza della Repubblica hasta cerca de Piazza Venezia, para denunciar el trabajo cada vez más precario, las muchas mujeres que lo han perdido, pero sobre todo «para detener la guerra en Ucrania y el envío de armas desde Italia y países europeos».
No es extraño que en un mundo tan convulsionado, las marchas del 8M devengan en un espacio para expresarse sobre otras cuestiones que afectan a los ciudadanos de cada país o para solidarizarse con otras causas.
Las italianas también exigirán «justicia social y climática, redistribución de la riqueza y autodeterminación y libertad de movimiento para quienes huyen de la guerra, el hambre, las catástrofes ambientales y la violencia».
En Madrid, en tanto, la Comisión 8M, organizadora de la tradicional marcha de la capital española, informó que espera alrededor de 30.000 participantes.
Las españolas reivindicarán la necesidad de seguir avanzando hacia la igualdad, aunque el movimiento feminista, tras un 2021 sin grandes movilizaciones por la pandemia de coronavirus, se presenta dividido y varias organizaciones convocaron marchas alternativas.
Las discrepantes abogan por un feminismo abolicionista de la prostitución y cuestionan las políticas del ministerio de Igualdad, especialmente la ley trans, que permitirá la autodeterminación de género.
Miles de mujeres se reunieron hoy en las principales ciudades de Pakistán para defender sus derechos, en marchas que se desarrollaron de forma pacífica debido a la fuerte presencia policial.
Las manifestaciones tuvieron lugar en Islamabad, la capital, Karachi, la megalópolis del sur, y Lahore, la capital cultural, donde las autoridades habían intentado en vano cancelar el evento.
En general, todas las conmemoraciones reivindican la necesidad de alcanzar la paz en Ucrania. El Parlamento Europeo subrayó hoy el papel de las mujeres ucranianas en pleno contexto de guerra con Rusia, en un debate con motivo del Día Internacional de la Mujer que contó con la escritora ucraniana Oksana Zabuzhko.
La literata destacó la valentía de las mujeres en Ucrania, que bajo las bombas juegan un papel en la distribución de ayuda y dan a luz a bebés en búnker y estaciones de metro.
En América Latina, las movilizaciones feministas se proponen «recuperar las calles» después de la pandemia.
En la Ciudad de México, el Palacio Nacional y otros edificios gubernamentales están rodeados de vallas metálicas y, como ocurre cada vez que las feministas anuncian que tomarán el centro histórico, ya hay presencia de agentes antidisturbios en los alrededores del Zócalo.
«Si no fuera indignante sería poético, porque materializan esos muros simbólicos por los que las mujeres salimos a las calles a exigir un país más justo con nosotras, el 51% de la población del país», escribió en Twitter el colectivo Las brujas del mar.
En Colombia, las marchas celebrarán que el 21 de febrero la Corte Constitucional despenalizó el aborto hasta la semana 24.
La decisión se acerca a los reclamos del movimiento Causa Justa, que buscaba la despenalización total.
«A pocos días del #8M, día en que conmemoramos las luchas por nuestros derechos, seguimos celebrando esta nueva conquista y recordando parte del camino que hemos recorrido como movimiento», decía Causa Justa esta semana.
En Argentina, donde los grupos feministas se manifestaron contra la violación grupal a una mujer de 20 años, se llamó a «recuperar las calles» este 8M para «empezar a tejer una agenda de reivindicaciones después de la conquista del aborto», anunciaba Luci Cavallero, de Ni Una Menos, a la agencia estatal de noticias Télam.
Según datos oficiales, al menos 20.000 mujeres denunciaron en un solo año (2020) agresiones sexuales. El movimiento feminista argentino pide que los hombres rompan el silencio y dejen de ser cómplices de los abusadores.