El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reaccionó con firmeza al anuncio de Donald Trump sobre la autorización de operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano. En un discurso desde Caracas, Maduro acusó a Estados Unidos de impulsar una “guerra psicológica” para dividir y desmoralizar a la población, pero aseguró que “el pueblo está unido” frente a lo que calificó como una “conspiración abierta contra la paz”.
Durante su intervención en el Congreso Nacional de Cocineros de la Patria, el mandatario denunció que la política exterior estadounidense busca un cambio de régimen mediante métodos que, según él, no tienen precedentes en su nivel de exposición pública. “Nunca antes un gobierno había admitido abiertamente que ordena a la CIA atacar a otro país”, afirmó.
Maduro comparó la situación actual con los golpes de Estado en América Latina durante las décadas de 1960 y 1970, atribuidos a la CIA según documentos desclasificados. También cuestionó la narrativa oficial de Washington, que lo acusa de liderar una organización narcoterrorista y de facilitar el ingreso de migrantes vinculados al Tren de Aragua en EE.UU.
En paralelo, Delcy Rodríguez desmintió una publicación del Miami Herald que la señalaba como promotora de un gobierno de transición sin Maduro. La vicepresidenta calificó la información como “falsa y manipulada”.
La tensión bilateral se intensificó tras el despliegue de una flotilla militar estadounidense en el Caribe, oficialmente para combatir el narcotráfico. En las últimas semanas, EE.UU. ha realizado al menos seis ataques contra embarcaciones sospechosas, con un saldo de 27 muertos. Venezuela respondió con una denuncia formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU, acusando a EE.UU. de ejecutar civiles sin juicio previo.
Expertos en derechos humanos vinculados a Naciones Unidas han calificado estas acciones como “ejecuciones extrajudiciales”, lo que añade una dimensión legal y ética al conflicto diplomático.
Maduro concluyó su mensaje asegurando que Venezuela cuenta con “millones de ojos y oídos” para enfrentar cualquier intento de desestabilización, y reiteró que su gobierno no cederá ante presiones externas.