Ni duplicando el sueldo mínimo retienen a empleados venezolanos

El sueldo mínimo no cubre las necesidades básicas de las familias, desbalanceando la economía nacional.

La galopante inflación venezolana ha destruido completamente el poder adquisitivo de los ciudadanos. El sueldo mínimo no cubre las necesidades básicas de las familias, desbalanceando la economía nacional.

En enero de este año la canasta básica se ubicó en 75.446.014,83 bolívares, publicó recientemente el Nacional, según datos de la Federación venezolana de maestros, relatando que se necesitan 30 salarios integrales para cubrirla.

Esto ha impulsado a la gente a buscar otras formas de ingresos, incluyendo la migración a otros países, lo que permite el envío de remesas para paliar la situación de las familias venezolanas.

Las empresas enfrentan una alta deserción de empleados y han tenido que ofrecer mejores “paquetes salariales”, en la búsqueda de conservar o atraer empleados que permitan a la empresa cumplir con sus metas y objetivos.

Empresas ofrecen el doble del sueldo mínimo y otras compensaciones

Por estos motivos ofrecen, por ejemplo, 2 salarios mínimos, incluidos cesta ticket, bono de transporte (o proporcionan el servicio), otras incluyen una cesta con ciertos alimentos de la canasta básica.

El salario mínimo mensual que recibe un trabajador venezolano es de 2.555.500 bolívares, que equivale a $3 en el mercado paralelo.

Esta cantidad apenas permite pagar un 3,3% de la cesta básica familiar que, en marzo, se ubicó en Bs. 75.446.014,83, de acuerdo con el reporte del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).

Por su parte, la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), correspondiente a 2017, plantea que en el cuadro actual de la hiperinflación un empleo tradicional no es fuente de ingresos satisfactoria. “Los beneficios laborales pierden sentido y atractivo”, señala el estudio.

Según esta encuesta de Encovi, la depresión económica promueve que los venezolanos busquen sobrevivir de diferentes formas, promoviendo la informalidad, mientras que el trabajo, visto desde la forma tradicional “pierde significado y valor social”.

Es necesario entonces, “a mediano plazo luego de un programa de ajustes, un plan de reinserción y reeducación de cara al mercado laboral”.

Estas estimaciones ponen una barda alta a los patronos venezolanos, cuyas empresas no generan ingresos para poder afrontar este estado de costos laborales.

 

A través de
Venezuelacomenta
Fuente
Correo del Caroni

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