El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lanzó duras acusaciones contra su homólogo ecuatoriano, Daniel Noboa, al afirmar que gran parte de la droga producida en Colombia, Perú y Bolivia se exporta a través de Ecuador, utilizando supuestamente barcos y empresas vinculadas a la familia Noboa.
Durante su programa televisivo “Con Maduro +”, el mandatario venezolano aseguró que agencias como el FBI, la DEA y el ejército estadounidense conocen esta supuesta red de tráfico que, según él, opera hacia Estados Unidos por el Pacífico y hacia Europa mediante una logística empresarial controlada por Noboa. “Toda esa cocaína está saliendo por Ecuador”, afirmó.
Maduro también acusó a Noboa de haber llegado al poder mediante fraude electoral y de encubrir operaciones criminales. “¿Por qué lo ocultan? ¿Cuánta riqueza moverán?”, cuestionó, insinuando que se busca construir un “falso positivo” contra Venezuela para justificar una intervención militar.
Ecuador responde: acusaciones sin fundamento.
El gobierno ecuatoriano rechazó de forma categórica las declaraciones de Maduro. A través de un comunicado oficial, la Cancillería calificó las acusaciones como “falsas e infundadas” y reafirmó el compromiso del país en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.
Cabello refuerza la narrativa chavista.
Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, respaldó las declaraciones de Maduro y añadió que Ecuador estaría operando con estructuras criminales como la “mafia albanesa”. Según Cabello, contenedores con frutas exportados desde empresas vinculadas a Noboa estarían siendo decomisados en Europa y Estados Unidos por contener drogas.
Contexto regional: escalada militar y tensiones con EE. UU.
Estas acusaciones se producen en medio de una creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, marcada por operativos militares en el Caribe. El secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, confirmó recientemente un nuevo ataque contra una embarcación presuntamente vinculada al narcotráfico, en el que murieron tres personas.
Maduro sostiene que estas acciones buscan desestabilizar a Venezuela y que su gobierno continuará “defendiendo la verdad” frente a lo que considera una campaña de agresión internacional.