Un año sin cifras: la economía venezolana sin brújula oficial.
Este 1 de noviembre, Venezuela alcanza un año sin publicar cifras oficiales de inflación. El último dato disponible, correspondiente a octubre de 2024, fue del 4 %. Desde entonces, el Banco Central de Venezuela (BCV) ha guardado silencio, dejando a ciudadanos, empresas y gremios sin referencias claras para planificar sus finanzas.
El economista Jesús Palacios advierte que esta falta de información impide negociar salarios, ajustar precios y tomar decisiones estratégicas. “Todos se mueven a tientas”, afirma. En un país donde el salario mínimo equivale a apenas 0,60 dólares mensuales, la ausencia de datos oficiales agrava la incertidumbre.
Inflación en dólares: un fenómeno persistente.
Desde la hiperinflación entre 2017 y 2021, el dólar se convirtió en la moneda de referencia para fijar precios. Sin embargo, los precios en dólares también han subido. Palacios estima que la inflación en divisas supera el 20 % en los últimos doce meses, con aumentos acumulados de hasta seis veces desde 2018.
Este fenómeno, conocido como “inflación en dólares”, afecta directamente el poder adquisitivo de los consumidores y complica la operación de negocios que no cuentan con indicadores confiables para calcular costos o negociar con proveedores.
Represión y opacidad estadística.
La falta de transparencia no solo es técnica, también política. En junio, al menos cinco economistas fueron detenidos por divulgar información económica. El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), que ofrecía datos alternativos, suspendió sus publicaciones tras denunciar persecución.
El BCV no ha emitido cifras desde noviembre de 2024, coincidiendo con una creciente brecha entre el dólar oficial y el paralelo. Esta diferencia, alimentada por la escasez de divisas, distorsiona aún más los precios y dificulta la planificación económica.
Crecimiento sin contexto.
Pese a la falta de datos, el Gobierno asegura que Venezuela acumula más de 17 trimestres consecutivos de crecimiento. Sin embargo, sin cifras de inflación, ese anuncio carece de contexto y credibilidad. Para los analistas, el silencio estadístico refleja una estrategia de opacidad que impide evaluar con precisión el rumbo económico del país.