Brasil y Venezuela reanudarán el intercambio de electricidad después de cuatro años de interrupción. El acuerdo fue anunciado el lunes por el Ministerio de Energía y Minas de Brasil y la empresa energética Ambar.
Ambar, propiedad de los empresarios brasileños Joesley y Wesley Batista, importará electricidad de Venezuela a un precio de entre 900 y 1.080 reales por MWh. La cantidad importada dependerá de la demanda de Brasil.
La reanudación de las importaciones de electricidad de Venezuela es un paso importante para mejorar la seguridad energética de Brasil. El estado de Roraima, que limita con Venezuela, depende en gran medida de la electricidad importada.
El acuerdo también es un signo del acercamiento entre los gobiernos de Brasil y Venezuela. Los dos países han tenido relaciones tensas en los últimos años, pero el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha buscado mejorar los lazos con Venezuela.
¿Por qué Brasil necesita la energía venezolana?
Brasil necesita urgentemente de la energía venezolana debido a que Roraima es el único estado del país sin acceso al sistema de interconexión eléctrica nacional. Sin la energía venezolana, este estado amazónico depende de generadores térmicos que utilizan diésel, altamente contaminantes y costosos, para garantizar su abastecimiento eléctrico. Roraima fue abastecido por la energía de Guri entre 2001 y 2019, pero el Gobierno de Bolsonaro suspendió las importaciones con el argumento de que los continuos apagones en el país vecino ponían en riesgo la transmisión.
¿Qué impacto tendrá la reanudación de las importaciones de energía venezolana?
La retomada de las importaciones de energía venezolana generará un ahorro mensual de 10 millones de reales (unos 2 millones de dólares) para los consumidores brasileños, que pagan más caro por la energía generada por las termoeléctricas. Además, la retomada de las importaciones de la electricidad venezolana no interrumpirá los proyectos del país para integrar Roraima al sistema interconectado nacional, que permitirá que el estado comience a recibir energía de otras regiones del país a partir de 2024.
En resumen, la reanudación de las importaciones de energía eléctrica desde Venezuela a Brasil es una buena noticia para los consumidores brasileños, especialmente para los habitantes de Roraima, que dependen de generadores térmicos altamente contaminantes y costosos. Además, la retomada de las importaciones de energía venezolana generará un ahorro mensual de 10 millones de reales para los consumidores brasileños.