El gobierno de Estados Unidos ha puesto en marcha una nueva operación militar en América Latina bajo el nombre “Southern Spar” (Lanza del Sur), orientada a combatir el narcotráfico en la región. El anuncio fue realizado por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, a través de un mensaje en la red social X, sin ofrecer mayores detalles sobre el alcance de la misión.
La operación está liderada por un grupo de trabajo conjunto y el Comando Sur, responsable de las acciones militares estadounidenses en América Central, América del Sur y el Caribe. Aunque el anuncio es reciente, el despliegue comenzó en agosto con el posicionamiento de fuerzas frente a las costas venezolanas, culminando esta semana con la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande de la Marina estadounidense, con más de 4.000 marineros a bordo.
Objetivos estratégicos y declaraciones oficiales.
Hegseth afirmó que la misión busca “defender la patria, expulsar a los narcoterroristas del hemisferio y proteger a los ciudadanos de las drogas que están matando a nuestra gente”. También subrayó que “el hemisferio occidental es la vecindad de Estados Unidos, y la protegeremos”.
El presidente Donald Trump reconoció que el objetivo final de la operación es la salida del presidente venezolano Nicolás Maduro, quien se atribuyó la victoria en las elecciones de julio de 2024, pese a que la oposición, liderada por Edmundo González y respaldada por María Corina Machado, presentó actas que demostraban su triunfo.
Acciones militares y reacciones internacionales.
Desde el verano, Estados Unidos ha destruido al menos veinte embarcaciones en aguas del Caribe y el Pacífico oriental, alegando que transportaban fentanilo hacia territorio estadounidense. Estas acciones han dejado 75 muertos, lo que ha generado críticas por parte de organismos internacionales como la ONU, que cuestionan la legalidad de los ataques.
Además, Washington ha desplegado tropas convencionales en Panamá, algo que no ocurría desde hace más de dos décadas, según reportes de la agencia EFE.
Respuesta del gobierno venezolano.
El presidente Maduro calificó la presencia militar estadounidense como una amenaza directa y llamó a la población a prepararse para una eventual confrontación armada. Ordenó la creación de comandos de defensa integral, compuestos por civiles, militares y funcionarios, y anunció el despliegue de 200.000 efectivos junto con medios terrestres, navales, aéreos y misilísticos.
A pesar de estas medidas, las capacidades operativas de las fuerzas venezolanas son limitadas. Ante el temor de una intervención, el régimen ha intensificado sus vínculos con Rusia.
Llamado a la transición pacífica.
La líder opositora María Corina Machado, recientemente galardonada con el Premio Nobel de la Paz, se refirió a la situación como “horas decisivas” para Venezuela. Aunque evitó mencionar directamente la ofensiva estadounidense, reiteró su llamado a una transición pacífica y democrática.