Abdala: la vacuna de las dudas

Recientemente la vacuna cubana Abdala se ha visto en el centro de la discordia, debido a lo reciente de su desarrollo y al miedo, producto de la ignorancia alimentada por la desinformación en forma de contenido noticioso.

El consenso entre la comunidad médica internacional ante la situación inédita que se suscita con la pandemia del covid-19, es que la vacuna a la que se tenga acceso es la buena.

En lugar de continuar con el juego de «ahí viene el lobo»; lo mejor es ir a la fuente y buscar la información más limpia con la cual tomar una decisión concienciada.

En este momento hay más de 200 vacunas experimentales en desarrollo, de las cuales más de 60 están en fase clínica. Esto según la información ofrecida por la organización mundial de la salud en su sitio web. De este universo de candidatos vacunales hay siete que son las que se están usando a nivel mundial; aprobadas por gobiernos locales, a través de sus autoridades sanitarias.

El candidato vacunal cubano Abdala presenta una eficacia de 92.28 por ciento, se lee en Escambray, un reporte firmado por la Presidencia del país caribeño.

La OMS no regula las decisiones de los paises

La OMS no es necesariamente el organismo que aprueba el uso de emergencia de una vacuna en ningún país. De acuerdo a sus políticas, «a fin de incluir vacunas contra la COVID-19 en la lista de la OMS para uso de emergencia se evalúan su calidad, seguridad y eficacia. Esto es un requisito para las vacunas que se suministran por medio del Mecanismo COVAX. Lo que ayuda a los países a acelerar su propia autorización regulatoria para importar y administrar vacunas contra la COVID-19».

El organismo explica que: «los países y las autoridades regulatorias nacionales pueden aprobar el uso en un país de una vacuna contra la COVID-19 que no se haya incluido en la lista de la OMS para uso de emergencia», como es el caso de los antígenos desarrollados en cuba Abdala y Soberana 2.

«Solo aquellas vacunas que han demostrado ser seguras y efectivas para prevenir la enfermedad son aprobadas para su uso en la población», manifiesta la organización mundial de la salud.

En el caso de Cuba, dadas las circunstancias de su bloqueo, la necesidad de enfrentar la pandemia los ha llevado a convertirse en el primer país de América Latina que llega tan lejos en el desarrollo de una vacuna propia. Un logro científico que le acerca a la meta de inmunizar a toda su población antes de que termine el año, si bien contrasta con la situación de crisis y agudo desabastecimiento que vive la isla.

La estrecha vinculación de los gobiernos cubano y venezolano, unidos por la ideología y su situación de bloqueos los hace vincularse de todas las maneras posibles. En este caso, si es para el bien de la población, es mejor apostar por el triunfo, que vilificar el esfuerzo.

A través de
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Fuente
El PaísPAHOescambray.cu

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