Durante los primeros seis meses los paises miembros del Mercado Común del Sur se han enfocado en los trabajos preparatorios para afrontar las negociaciones con la Unión Europea para actualizar el acuerdo Mercosur – UE, que fue firmado en 2019 y que nunca se ha llegado a implementar.
En este ámbito, el objetivo es potenciar el financiamiento de las pequeñas y medianas empresas, el desarrollo de nuevas cadenas de valor que permitan retener inversiones y promocionar el trabajo digno e inclusivo en los países miembros de Mercosur.
Entre los escollos se encuentra que, sobre todo Argentina y Brasil, llevan tiempo reclamando modificaciones para echar abajo lo que consideran un duro proteccionismo europeo, encarnado sobre todo en las posiciones de países como Francia o Polonia. Por su parte, la UE reclama medidas de producción que protejan el medioambiente para equiparar las condiciones en los dos bloques.
A pesar de los reparos a ambos lados del Atlántico, también hay muestras de interés de los dos bandos. El presidente brasileño mostró su apoyo durante su campaña electoral, mientras que el argentino también se ha manifestado a favor de retomarlo con retoques, aunque parece difícil llegar a la firma antes de terminar su mandato, el próximo 10 de diciembre.
Por el lado comunitario, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su reciente visita a Buenos Aires y Brasilia, también mostró la predisposición de los 27.
Diferencias
Sin embargo, entre los propios miembros de Mercosur también se mantienen ciertas diferencias, sobre todo con Uruguay. Lacalle Pou continúa negociando para alcanzar acuerdos de libre comercio con China y Oceanía, algo que no es visto con buenos ojos por Argentina y Brasil.
En todo caso, se tratará de llegar con una postura unificada a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) – Unión Europea, que se celebrará los próximos 17 y 18 de julio en Bruselas, donde se prevé un apartado entre los países de la UE y Mercosur donde se tratará el asunto.
Tras estas dos jornadas, Fernández terminará su periodo al frente de la Presidencia y cederá el lugar al Brasil de Lula da Silva, justo cuando las actividades de Mercosur se encuentran en un gran momento, con las manufacturas de origen industrial, como vehículos y productos químicos, como los productos de mayor crecimiento.
En 2022, el comercio de Mercosur con el resto del mundo alcanzó su récord con 752.600 millones de dólares, mientras que el comercio en su interior vive una esperada recuperación, después de unos años marcados por la desaceleración.
En este contexto, el comercio entre Mercosur y la UE volvió a alcanzar cifras a las que no se llegaba desde 2014, de 46.000 millones de euros.
El pago en moneda local como prioridad
El canciller brasileño, Mauro Vieira, resaltó este lunes la integración financiera del Mercosur a través del uso del Sistema de Pago en Moneda Local (SML) e indicó que el objetivo debe ser priorizarla.
«Hay que fortalecer la integración financiera. Creo que el camino principal, en el corto plazo, debe ser ampliar el uso de la opción que ya tenemos: el SML del Mercosur, que permite asociarse a exportadores e importadores», afirmó.
En un discurso, divulgado por medios locales, Vieira señaló que «Brasil simplificó los procedimientos de operatividad del SML y amplió la cobertura de instituciones elegibles para operar el sistema».
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