Las fallas de refrigeración en la morgue del lugar causaron el estallido de uno de los cadáveres, lo que generó un foco de infección en varias salas, perjudicando a los niños que estaban hospitalizados.
Así lo explicó el radiólogo y vecino de una de la víctimas de apenas un año, Juan García, quien precisó que los padres no han retirado el cadáver por falta de recursos económicos y la Gobernación no ofrece apoyo: “Hay familiares que tienen que hacer los cajones para enterrar a sus muertos y sin poder velarlos”.
Indicó que varios de los niños fallecieron por un paro respiratorio. De otros, ni siquiera se tiene un diagnóstico claro: “Tienen que investigar lo que está ocurriendo en ese hospital porque hay mucha negligencia“.
“No hay antibióticos para atender situaciones como estas. Se les expone a estas amenazas externas que pueden ser atendidas oportunamente, pero no lo hacen. Cada día son más vidas las que están en riesgo”, sostuvo.