El arresto del fundador de Wikileaks, ha conmocionado a la opinión pública internacional.
La detención de Julian Assange genera rechazo general, así como una preocupación genuina sobre este antecedente en cuanto a la libertad de información.
Según escribe el New York Times, este es un precedente con profundas implicaciones para la libertad de prensa.
«Una acusación centrada en la publicación de información de interés público … crearía un precedente con profundas implicaciones para las libertades de prensa». «Sr. Assange no es un periodista tradicional, pero lo que hace en WikiLeaks también ha sido difícil de distinguir de una manera legalmente significativa de lo que hacen las organizaciones de noticias tradicionales, como The New York Times, todos los días: buscar y publicar información que los funcionarios preferirían se mantendrá en secreto, incluidos los asuntos de seguridad nacional clasificados «, opinan voceros del periódico.
David McCraw, abogado principal de The New York Times, dijo: «Creo que el procesamiento de él [Assange] sería un precedente muy, muy malo para los editores. A partir de ese incidente, por todo lo que sé, está en una posición de editor clásico y creo que a la ley le costará mucho hacer una distinción entre The New York Times y WikiLeaks «.
En opinión de El Atlántico: «Si el gobierno de los Estados Unidos puede procesar al editor de WikiLeaks por publicar material clasificado, entonces todos los medios de comunicación están en riesgo».
Por otra parte, en las redes sociales explotaron todo tipo de comentarios repudiando el hecho.
Mientas Lenín Moreno, presidente ecuatoriano explicó en un simple tweet: «Ecuador decidió soberanamente retirar el asilo diplomático a Julian Assange por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia».
El expresidente el país, Rafael Correa, retuiteó una información de la cuenta de Wikileaks, que indica que la excusa con la que «expulsarán» a Assange es el escándalo de los INA Papers, y que hubo un acuerdo con las autoridades del Reino Unido para su arresto, el cual ocurrió en la embajada misma.
Correa también dijo que «el Gobierno de Moreno pasará a ser el más despreciable en Ecuador y América Latina», a través de la red social.
Este acontecimiento pone la que la libertad de medios bajo amenaza y es reconocido por una serie de organizaciones:
Dinah PoKempner, asesora general de Human Rights Watch dijo;“Nadie debe ser procesado en virtud de la anticuada Ley de espionaje por publicar documentos gubernamentales filtrados. El estatuto de 1917 fue diseñado para castigar a las personas que filtraron secretos a un gobierno extranjero, no a los medios de comunicación, y no permite la defensa ni la mitigación de la pena sobre la base de que el interés público servido por algunas filtraciones puede superar cualquier daño a la seguridad nacional «.
David Kayem relator especial de las Naciones Unidas sobre la libertad de opinión y expresión dijo: «Perseguir a Assange sería peligrosamente problemático desde la perspectiva de la libertad de prensa … y debería oponersele enérgicamente»
Kenneth Roth, Director de Human Rights Watch manifiesta: «Profundamente preocupante si la Administración Trump, que ha mostrado poco respeto por la libertad de los medios, le cobraría a Assange por recibir de un funcionario del gobierno y publicar información clasificada, exactamente lo que hacen los periodistas todo el tiempo».
David Bralow, abogado de The Intercept opina: «Es difícil ver muchas de las actividades de WikiLeaks como diferentes a las acciones de otras organizaciones de noticias cuando recibe información importante, habla con las fuentes y decide qué publicar. La Primera Enmienda protege a todos los oradores, no simplemente a una clase especial de oradores «.
Alexandra Ellerbeck, coordinadora del programa de América del Norte para el Comité para la Protección de los Periodistas expresó: “Nos preocuparía una acusación que interpreta la publicación de documentos gubernamentales como un delito. Esto sentaría un peligroso precedente que podría dañar a todos los periodistas, ya sea dentro o fuera de los Estados Unidos «.
Trevor Timm, director de la Fundación Libertad de Prensa explica: «Todos los cargos presentados contra WikiLeaks por sus actividades de publicación representan una amenaza profunda e increíblemente peligrosa para la libertad de prensa».
Bruce Shapiro, editor colaborador de The Nation: “La noción de cargos sellados contra un editor de documentos filtrados debería tener sirenas de advertencia en todas las organizaciones de noticias, grupos de expertos, servicios de investigación, universidades y grupos de presión de las libertades civiles…. Los cargos aún secretos de Assange, si no son impugnados, podrían incendiar los andamios de los informes de investigación estadounidenses «.
Para Ben Wizner, de la Unión Americana de Libertades Civiles, «Cualquier procesamiento del Sr. Assange por las operaciones de publicación de WikiLeaks sería sin precedentes e inconstitucional y abriría la puerta a investigaciones criminales de otras organizaciones de noticias».