El Simón Bolívar de hoy en día

A 237 años de su nacimiento, el legado de Simón Bolívar sigue vigente

Al celebrarse 237 años de su nacimiento, el legado de Simón Bolívar sigue entre los latinoamericanos, tan vigente como doblegado a las conveniencias de quienes lo citan.

Simón Bolívar nació en Caracas, el 24 de julio de 1783 y murió en Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830. Su obra y pensamiento trascendieron en el tiempo, dando forma a las repúblicas en las que hoy vivimos.

En el transcurso de 11 años, Bolívar, liberó los territorios de lo que hoy son Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Panamá.

Mural Simón Bolívar
La persistencia en el tiempo del pensamiento de Simón Bolívar, marca aún el destino de los países en los que dejó su huella.

El momento histórico que marcó el fin de la Monarquía en Francia, las ideas republicanas, la situación de los criollos en detrimento de los derechos de los españoles, en fin, un cambio de era se posó en los hombros de este personaje, que respondió a los tiempos acompañado de una visión muy amplia, que fue incomprendida por sus coetáneos.

La visión de La Gran Colombia es sin duda una grandilocuencia, que de haberse concretado nos hubiese convertido en una potencia mundial, que probablemente hubiese desplazado a Inglaterra y dejado atrás a Estados Unidos.

Las riquezas materiales de los países suramericanos nos hubiesen fortalecido comparativamente con la más grande de las potencias mundiales, dándonos la posibilidad de pelear en términos igualitarios con cualquiera de ellas.

Pero la historia fue diferente, el proyecto no se cristalizó y las nuevas naciones nacieron adolescentes y desconexas, marcadas por liderazgos egoístas, que responden a los intereses de pocos y negligentes ante la realidad de las mayorías.

Las palabras del Libertador han sido usadas fuera de contexto y a conveniencia del político de turno. Antes y ahora la visión de aquello que fortalece y enriquece a los ciudadanos es aplastada en función a proyectos personales que podrían señalarse de caudillistas.

La lucha por el fortalecimiento de los países bolivarianos sigue siendo un tema pendiente, diluido en el inmediatismo y marchitado por la ignorancia.

En las propias palabras de Bolívar, queda la prueba del amplio sentido de su proyecto:

«Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia».

Del discurso ante el Congreso de Angostura del 15 de febrero de 1819.

«Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno, para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al Cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales».

De su última proclama del 10 de diciembre de 1830.

Retomando su ideal, aún hay tanto que trabajar, pero sobre todo es necesario educar en valores, para que América, ésta la nunca reconocida, pueda entenderse a sí misma y crecer como una sola entidad, fuerte y capaz de velar por sí misma.

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