Escocia combate la pobreza menstrual

A partir del lunes, las personas en Escocia podrán obtener productos para el período de forma gratuita. La nueva iniciativa gubernamental es un gran paso adelante y el primero en el mundo en la lucha contra la pobreza menstrual.

Bajo la nueva ley, que el Parlamento escocés aprobó por unanimidad en noviembre de 2020, la nación ahora tiene un sistema universal para proporcionar productos de período gratuitos a cualquier persona que los necesite, incluidos los productos que son reutilizables. También se requerirán instalaciones educativas para asegurarse de que los productos menstruales estén disponibles en los baños.

Las personas podrán encontrar un lugar para obtener los productos a través de una aplicación móvil llamada PickupMyPeriod, según un comunicado de prensa del gobierno, que fue lanzado a principios de este año por el grupo empresarial Hey Girls. Hay más de 1,000 ubicaciones disponibles en la aplicación, según el comunicado del gobierno.

¿Qué es la pobreza menstrual?

Técnicamente -y de forma estricta- la pobreza menstrual no es más que la falta de acceso a productos de higiene sanitaria por problemas económicos. Sin embargo, este concepto ha evolucionado hasta incluir un par de causas más a la lista.

Varios estudios (la mayoría de ellos llevados a cabo por organismos internacionales como UNICEF, Amnistía Internacional y la UNFPA) han encontrado una relación entre la pobreza menstrual y factores que no dependen de las limitaciones financieras de la familia.

Hablamos de la falta de acceso al agua potable, a una infraestructura sanitaria adecuada o incluso a información veraz sobre la regla. En pocas palabras, allá afuera hay mujeres, niñas y adolescentes que no viven en las mismas condiciones que otras.

Esto, sin duda, afecta desde su capacidad de crecer y superarse personal y profesionalmente hasta su dieta diaria; llevándolas a buscar soluciones increíbles, como separarse de la sociedad cuando están menstruando, usar cartones como método de protección o dejar de asistir a la escuela.

Como ves, la pobreza menstrual no solo se refiere a no tener compresas, braguitas, tampones o copas menstruales, sino también a la carencia de instalaciones sanitarias privadas e higiénicas, a los mitos y tabúes que giran en torno a la regla y hasta a la falta de información sobre el periodo (algo que conocemos como analfabetismo menstrual).

¿Sabías que… la pobreza menstrual no solo afecta a los países en vías de desarrollo, sino también a las potencias mundiales? En Estados Unidos, 1 de cada 5 niñas falta o deja la escuela por no tener productos de higiene menstrual y casi el 47 % de las mujeres pobres (aquellas con ingresos por debajo de la línea federal de la pobreza) ha tenido que escoger entre la comida de un día y la compra de compresas o tampones.

Hay quienes piensan que solo las mujeres, niñas y adolescentes de países y territorios en guerra, con problemas políticos o limitaciones financieras son víctimas de la pobreza menstrual, pero esto no es más que un mito. Lo cierto es que, incluso la población de naciones ricas, como Estados Unidos y el Reino Unido, se enfrenta a más de un desafío relacionado con el tema.

Si bien la pobreza menstrual es compleja, trataremos de darle rostro a los principales segmentos que han sido golpeados por ella. A fin de cuentas, una imagen vale más que mil palabras.

Dato importante. El 20 % de las mujeres de la Unión Europea no tiene suficiente dinero para comprar protección sanitaria. En otros lugares, como Kenia, el caso es aún más dramático. Un estudio de la UNFPA en África demostró que varias adolescentes en edad escolar se han visto obligadas a tener sexo transaccional por un paquete de compresas sanitarias.

A través de
venezuelacomenta.com
Fuente
rtve.eselpais.com

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