Estados Unidos tiene más de 10.000 menores migrantes en custodia

Esto responde a la política de migración norteamericana que los separa de sus padres al ser detenidos por agentes fronterizos

Más de 10.000 menores migrantes están en custodia del gobierno norteamericano, tras ser separados de sus padres o guardianes arrestados por los agentes fronterizos.

La política de «tolerancia cero» de Donald Trump para los migrantes que llegan al país del norte a través de la frontera sur llenó los refugios destinados por las autoridades y fuerza al gobierno a ver la posibilidad de hospedarlos en bases militares.

Los menores migrantes aumentan en número

Megan McKenna, activista por los derechos de los niños dice que «Los albergues se están llenando. Es una situación que se creó a través de la separación sistemática de familias. Están creando chicos no acompañados».

«La separación familiar era la excepción, y ahora es la regla, y eso no tiene precedentes. Literalmente sacan a los chicos de los brazos de sus padres y los ponen en diferentes instalaciones y la mayoría de las veces uno no sabe lo que le sucede al otro», declaró.


Esta lamentable situación tiene precedentes. Hace cuatro años atrás, en la administración de Barack Obama, fue necesario habilitar camas de emergencia para poder albergar a la oleada de menores no acompañados que llegó desde el sur del país.

El gobierno estadounidense llegó a ser responsable de 57.000 niños entre enero de 2014 y abril de 2015.

Se convierte en un cuello de botella entre los motivantes de la migración y la política oficial de romper familias como forma de aplicar un «fuerte disuasorio», usado por de la Casa Blanca, para disminuir la llegada de inmigrantes desde América Central.

Las leyes y el miedo dejan a los niños en estado de defección

Esta es una situación que «Nunca fue pensada como un sistema de orfanatos” afecta directamente a los contribuyentes norteamericanos y sin embargo mantiene a estos niños en estado de indefeccion

Las autoridades estadounidenses en gran parte de los casos no pueden entregar a los niños a guardianes custodios, ya que también ellos están en desacato a las leyes migratorias, lo que los hace vulnerables a la deportación, mientras tanto los derechos de esto niños están siendo vulnerados al no poder proveérseles un ambiente afectivo que les procure seguridad emocional, entre muchas otras prioridades.


El estado ha buscado la posibilidad de evadir el costo político de sus decisiones con el viejo argumento de que es responsabilidad de los otros actores políticos, en este caso los demócratas, y afirman que las leyes migratorias actuales «han creado un incentivo perverso y peligroso para el contrabando de chicos».

Esta es una situación que «Nunca fue pensada como un sistema de orfanatos” afecta directamente a los contribuyentes norteamericanos con montos «de más de mil millones de dólares por año», indicó Steven Wagner, funcionario del área de niños y familias del Departamento de Salud, encargado de albergar a los menores.

Lamentablemente esta es la peor versión de “pagarse y darse el vuelto” que se puede tener, porque las políticas exterior e interior del gobierno de los Estados Unidos han propiciado este ciclo infinito que solo genera dolor y miseria.

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Fuente
El Nacional

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