El economista Javier Milei, líder del partido libertario La Libertad Avanza, se convirtió este domingo en el nuevo presidente de Argentina, tras derrotar en segunda vuelta al ministro de Economía peronista, Sergio Massa.
Milei obtuvo el 55,69% de los votos, frente al 44,32% de Massa, con una diferencia de once puntos porcentuales. Su victoria supone un terremoto político en Argentina, que rompe con la hegemonía del peronismo y la centroderecha en las últimas décadas.
En su discurso de victoria, Milei prometió acabar con el «modelo de Estado peronista» y «reconstruir» Argentina. «Volvamos a abrazar la idea de libertad», exclamó.
En el plano político, Milei cuenta con una coalición de 45 diputados y 24 senadores, lo que le deja en minoría en el Congreso. Para aprobar sus medidas, necesitará el apoyo de otros partidos, como Juntos por el Cambio (JxC), la principal fuerza de la oposición.
En el plano económico, Milei ha prometido medidas radicales, como la dolarización de la economía, el cierre del Banco Central y la reducción del gasto público. Sin embargo, estas medidas podrían provocar un impacto social negativo, lo que podría dificultar su implementación.
En definitiva, el triunfo de Javier Milei supone un cambio radical en la política argentina. El nuevo presidente tendrá que demostrar que es capaz de cumplir sus promesas y llevar a cabo un cambio real en el país.
Tareas urgentes
Entre las primeras urgencias que deberá afrontar Milei está la formación del nuevo equipo de gobierno. Se espera que su vicepresidenta sea la abogada Victoria Villaruel, una negacionista de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar argentina.
También deberá nombrar a un ministro de Economía que pueda implementar sus políticas radicales. El más acreditado para el cargo es Federico Sturzenegger, exdirector del Banco Central durante la presidencia de Mauricio Macri.
Otra tarea urgente es negociar con el FMI para reestructurar la deuda externa de Argentina, que asciende a 45.000 millones de dólares. El organismo ha expresado su preocupación por las políticas económicas de Milei, por lo que las negociaciones podrían ser difíciles.
Impacto internacional
El triunfo de Milei ha tenido un impacto internacional. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, le felicitó por su victoria y le auguró «un gran mandato».
También el líder de Vox, Santiago Abascal, celebró el triunfo de Milei, al que calificó de «aliado».
El triunfo de Milei es una señal de la creciente fuerza de la ultraderecha en el mundo.
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