La crisis en Ucrania se profundiza

Rusia reconoce la independencia de Donetsk y Lugansk

La crisis en Ucrania se precipita dramáticamente después de que, en un movimiento sorpresivo, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció primero el reconocimiento de la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, y luego ordenó el envío de tropas a la región de Donbass con el objetivo, según la versión del Kremlin, de «asegurar la paz«.

Las esperanzas de una solución diplomática que florecieron durante la noche entre el domingo y el lunes se desvanecieron como un sueño a la luz del día. Para disipar los disparos de artillería que se reanudaron a primera hora de la mañana y la dura andanada de declaraciones hostiles surgidas desde Moscú, que culminaron por la tarde con el anuncio de Putin.

Al final de un larguísimo discurso televisivo a la nación, el jefe del Kremlin firmó el decreto que reconoce a las entidades prorusas junto a los jefes de los dos «estados» rebeldes, desatando la condena de todos los líderes occidentales.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, llamó de inmediato al canciller alemán Olaf Scholz y al presidente francés, Emmanuel Macron.

Estados Unidos ya anunció las primeras sanciones a las inversiones y el comercio en el Donbás, a las que evidentemente se sumarán otras.

La Unión Europea se prepara para hacerlo mañana, con el actual presidente Macron que de momento habló de medidas «dirigidas».

También Londres, dijo su ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, anunciará mañana una mayor presión sobre Rusia.

El discurso televisivo de Putin resultó en una dura arenga contra los líderes ucranianos, acusados de toda maldad, y contra Occidente.

«Ucrania ya perdió su soberanía», convirtiéndose en el sirviente «de los amos occidentales», atacó Putin. Para luego acusar a la OTAN de estar ya prácticamente presente en territorio ucraniano, amenazando directamente la seguridad de Rusia.

«En Ucrania las armas occidentales llegaron con un flujo constante, hay ejercicios militares regulares en el oeste de Ucrania, el objetivo es atacar a Rusia», afirmó, agregando que «las tropas de la OTAN están participando en estos ejercicios, al menos 10 están en marcha, y los contingentes de la OTAN en Ucrania podrían crecer rápidamente».

Las perspectivas de una solución pacífica al conflicto en Ucrania y, en general, el tira y afloja que enfrenta a Rusia y Occidente desde hace meses, parecen cancelarse en un instante.

Solo unas horas antes, el presidente francés Emmanuel Macron había completado un largo día de consultas telefónicas que parecían allanar el camino para una cumbre entre Putin y el presidente estadounidense Joe Biden.

Luego una serie de baldes de agua helada, una tras otra. Putin no está en contra de ver a Biden, pero primero se deben establecer los objetivos de la cumbre, señaló el canciller ruso, Serghei Lavrov.
El encuentro «es posible», intentó contrarrestar el Elíseo. Pero luego el propio jefe del Kremlin pensó en disipar las ilusiones, afirmando que el proceso de paz en Ucrania en la actualidad no tiene «ninguna perspectiva».

En ese punto la Casa Blanca dio la voz de alarma por «un posible ataque extremadamente violento contra Ucrania en los próximos días u horas». Y todo parecía inevitablemente convertirse en conflicto.

La decisión de Putin de beneficiar a las repúblicas rebeldes en el este de Ucrania se tomó después de una larga reunión del Consejo de Seguridad Nacional y se anunció al propio Macron y al canciller alemán, Olaf Scholz, antes de hacerse pública oficialmente.

Las horas previas habían visto nuevas violaciones del cese del fuego en Donbás. Pero sobre todo una serie de gravísimas acusaciones lanzadas por los separatistas y por las propias fuerzas armadas rusas contra el ejército ucraniano.

Como aquella de haberse infiltrado en la región rusa de Rostov un grupo de saboteadores, cinco de los cuales fueron presuntamente asesinados por militares moscovitas. O aquella de bombardear un puesto fronterizo ruso. Ambos episodios desmentidos por Kiev, que, en cambio, denunció la muerte de dos de sus soldados y la herida de otros cuatro en un bombardeo separatista.

Por su parte, la autoproclamada república de Donetsk aseguró que uno de sus milicianos y un civil perdieron la vida en un bombardeo ucraniano.

Ucrania pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, mientras que su ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kulebba, en Bruselas en ocasión de la reunión de sus colegas de la UE, apeló a que la Unión adopte «inmediatamente sanciones» contra Moscú, sin esperar una invasión.

Por ahora, Kiev y los 27 solo llegaron a un acuerdo de principio sobre la creación de una misión asesora de entrenamiento militar en Ucrania. Pero mientras tanto, nos estamos preparando para cualquier eventualidad.

«La situación de las últimas horas nos preocupa mucho, Italia está en máxima alerta para afrontar los acontecimientos con la máxima preparación”, dijo el canciller Luigi di Maio, al reiterar la invitación a todos los compatriotas a abandonar el país.

Y mientras Air France, siguiendo el ejemplo de Lufthansa y Swiss Air, ha decidido cancelar los vuelos a Kiev previstos para el martes, las autoridades rusas han instado a las empresas comerciales a no sobrevolar el mar de Azov, en el norte del Mar. Negro, este de Crimea.

A través de
venezuelacomenta.com
Fuente
elpais.comsemana.com

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