Los venezolanos esparcidos por la diáspora se enfrentan a la discriminación y a la xenofobia, una realidad ampliamente divulgada y duramente vivida por quienes han dejado atrás su hogar.
A diario vemos noticias en las que se describen ataques y malos tratos a venezolanos en otras tierras.
El tema ampliamente tratado, fue señalado el la reciente reunión de Quito, en las que cancilleres de once países acordaron, tras una mesa de trabajo, realizar acciones conjuntas para atender esta situación en la que se han visto envueltos.
Los motivos de los migrantes, han quedado claros desde el principio, esta expatriación voluntaria es producto de la grave situación económica que vive el país.
El drástico incremento de venezolanos que buscan santuario en el extranjero se produce a partir del periodo presidencial de Nicolás Maduro.
Con su reciente reelección, se aceleró el proceso, haciendo que este proceso de movilización humana tome características de desplazamiento, tal como el de los pueblos árabes y africanos azotados por la guerra que ha generado graves problemas en europa.
El tema, es tratado por la ACNUR y la OEA, como una crisis humanitaria y como tal es afrontado desde múltiples campos en los países a los que les ha tocado recibir a este conglomerado humano.
Un equipo periodístico colombiano, que laboran en El Espectador y tienen un popular canal de youtube: La Pulla, analizaron el tema.
En su broadcast explican que los venezolanos, «después de pegarse (hacer) un viaje lleno de penurias llegan a países como Colombia, Ecuador, Perú y Brasil, para que les cierren la puerta en la cara los maltraten y en ocasiones se aprovechen de ellos»
Dicen que no solo basta con ver las cifras de instituciones oficiales, «ustedes mismos pueden ver los venezolanos estamos trabajando como meseros vendedores ambulantes y también en espacios más formales», explica una periodista venezolana invitada al espacio.
Dice la periodista, quien da testimonio como venezolana, «estamos resistiendo como podemos porque no nos estamos yendo de nuestro país de gratis, Venezuela está metida en una crisis económica sin precedentes. No hay comida, no hay medicamentos, los servicios médicos son desastrosos y los sueldos no alcanzan para comprar prácticamente nada».
Recordemos que venezuela vive un proceso hiperinflacionario, sólo comparado a periodos de posguerra.
Explican en el broadcast que «desde 2015 más de millón y medio de venezolanos han salido espantados de su país». «Es como si usted llenara 575 titanic», comentan.
Narran que » Se ha dicho que cundinamarca empezó a rotar un mensaje donde les advertían a los venezolanos que si no se iban les darían muerte trabajen o no roben o no».
Xenofobia pura y dura
Eso es xenofobia pura y dura, también dijeron que «en cúcuta lanzaron bombas molotov a un grupo de venezolanos que estaban en un coliseo. En arauca circulan panfletos en donde amenazan con matar a los venezolanos. En los colegios de bogotá le dicen a los niños venezolanos que dan asco».
Según narra La Pulla, el alcalde de Bucaramanga dijo que de venezuela solo llegan Prostitutas, Limosneros y desocupados.
Yo no sé de dónde soy, mi casa está en la frontera… Y las fronteras se mueven como las banderas
Jorge Drexler
También recordaron el incidente en Roraima, Brasil, donde les prendieron fuego a las pertenencias de un grupo de venezolanos que se refugiaban en una escuela.
Otro caso descrito fue el de Perú, «dos candidatos a la alcaldía de Lima tenían la noble propuesta de mandar a trabajar a los venezolanos a sitios remotos de ese país», en el tono sarcástico que califica al programa, comentaban sobre este suceso: «No estorben no se junten con nosotros. Hacia los laditos».
Narran más incidentes, como los cometidos en México, en el que obstaculizan la entrada a los venezolanos en los aeropuertos y Panamá, donde aparentemente hay bares que ofrecen bebidas gratis a quien golpee a un venezolano.
Hablan de la generalización de prejuicios, transformados en conceptos que agreden la dignidad de los venezolanos y venezolanas.
El programa invita a ser más abiertos y a dar una mano a quienes han salido de Venezuela, no por elección, sino por desesperación.
Un ejemplo de periodismo y sensibilidad humana a imitar.
Pienso ir a Perú de Vacaciones con mi esposo y voy a comprarle sólo a venezolanos y comeré sólo en los sitios donde trabajan Venezolanos.