La diáspora de Venezuela no parece tener fin
En Venezuela, la discusión sobre cuánto tiempo permanecer o dónde huir y cómo comenzar una nueva vida nunca está lejos de la mente de muchas personas, la migración, se siente y hay menos amigos y familiares día con día, aproximadamente 5 mil personas empacan sus vidas y se van todos los días, ansiosos por huir del colapso económico y la crisis humanitaria que ha acosado a la nación rica en petróleo.
Más de 3 millones de personas han huido de Venezuela en los últimos años, según la ONU, y se espera que ese número aumente a más de 5 millones para finales de 2019, la gran mayoría de los venezolanos viajan a otras partes de América del Sur y ya más de un millón de venezolanos han elegido a la vecina Colombia como su nuevo hogar, con medio millón más viajando a través de ella hacia el sur, a Ecuador, Perú, Chile y los países más allá.
Los afortunados, aquellos con conexiones, miembros de la familia ya establecidos y una educación, han encontrado trabajo en otras partes, pero también muchos ex profesionales, venden agua o comida en las calles de Perú y Colombia para llegar a fin de mes.
«Estamos hablando de personas que se están yendo no por un desastre natural, no por una guerra», afirma Claudia Vargas Ribas, experta en migración de la universidad Simón Bolívar de Caracas, y la llegada del año nuevo, trae para más nuevos retos.
Se espera que el nuevo año acumule presión sobre el gobierno venezolano, a partir del 10 de enero, cuando Nicolás Maduro prestará juramento oficial por otros seis años después de ser declarado ganador en las elecciones del pasado mes de mayo, aunque estas elecciones fueron en gran parte boicoteadas por la oposición y fueron ampliamente condenadas por los Estados Unidos, la UE y la mayoría de los vecinos de Venezuela.
La migración sigue siendo un problema mayor para sus vecinos
El presidente Maduro culpa a los «imperialistas», como Estados Unidos y Europa, por librar una «guerra económica» contra Venezuela e imponer sanciones a muchos miembros de su gobierno y ejercer un bloqueo comercial que limita a Venezuela a adquirir insumos y comercializar el valioso petróleo.
Pero sus críticos dicen que es la mala gestión económica, primero de su antecesor Hugo Chávez y ahora por el mismo presidente Maduro, lo que ha llevado a Venezuela a arrodillarse, «vamos a tener días y semanas críticas a partir de enero», comenta David Smolanksy, un líder de la oposición exiliado y ahora jefe del grupo de trabajo sobre la migración de Venezuela para la organización de los estados americanos.
La crisis de Venezuela seguirá afectando a toda América del Sur, pues «los países de la región son países en desarrollo, no podemos olvidar eso», explica Claudia Vargas Ribas, «por lo tanto, recibir esta cantidad de personas ha complicado sus asuntos internos», actualmente se han realizado esfuerzos para coordinar la respuesta humanitaria.
Se han realizado dos reuniones en la capital de Ecuador, Quito, y un reconocimiento de que los países deben trabajar juntos para resolver la crisis, un tercer encuentro está programado para la primera mitad de 2019.
«Si comparas lo que ha hecho América Latina con lo que ha hecho Europa, con sus migrantes, Europa que tiene mejores condiciones y está más desarrollada económicamente, el ejemplo que está mostrando América Latina es enorme», asevera el sociólogo Tomás Páez, quien colabora en el proyecto global de la diáspora venezolana.
Pero con la llegada de más y más venezolanos, los países van a restringir sus normas de inmigración, «Si lo frenan, lo que crecerá es la irregularidad», acota Páez, y agrega que el tráfico de drogas, la prostitución y las industrias ilegales crecerán.
Por ahora sólo se ve que hay más venezolanos prestos a unirse a la migración y cada vez es más el sentimiento xenófobo de sus asilantes al verlos llegar, la solidaridad de los países latinoamericanos con los venezolanos ha sido humillante y es vital que se estabilice la grave situación humanitaria que afecta a los millones de venezolanos que buscan protección y refugio en todo el continente.