La preocupación internacional por la crisis de los candidatos opositores en Venezuela es real y urgente. La comunidad internacional observa con atención, y la presión aumenta para garantizar elecciones justas y transparentes, aunque el gobierno bolivariano parece hacer caso omiso de estas voces, tildando de injerencistas a aquellos cuyas opiniones les antagonizan.
Los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay han alzado su voz en un coro unísono de preocupación. La razón: los persistentes impedimentos que enfrentan los candidatos opositores venezolanos en su intento de inscribirse ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para las próximas elecciones presidenciales.
La Inhabilitación de Corina Yoris y sus Ramificaciones
La candidata Corina Yoris, representante de los partidos mayoritarios de la oposición —MUD y UNT—, ha sido víctima de esta situación. Su inscripción ha sido bloqueada, sumándose a una serie de inhabilitaciones previas que han cuestionado la integridad y transparencia del proceso electoral en su totalidad. El proceso de democratización en Venezuela se ve amenazado por estas restricciones.
El Llamado a la Reconsideración
Los siete países mencionados exhortaron a que la situación “sea reconsiderada”. Su petición es clara: al finalizar el período de inscripciones, los ciudadanos que cumplen con los requisitos constitucionales deben ser debidamente registrados. Solo así el pueblo venezolano podrá elegir libremente a su próximo gobierno.
Este conflicto no solo afecta a los candidatos opositores, sino también a la estabilidad política y democrática del país. Las elecciones presidenciales de 2024 están en la mira, y la incertidumbre persiste.
El Camino hacia la Unidad Opositora
Las primarias, estratégicas para la oposición, buscan superar diferencias internas y presentar un frente unido contra el actual presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, las inhabilitaciones han complicado este camino.