- Parece que la reputación personal de Saab pesa más, en lo que al gobierno bolivariano se refiere, que la de Carruyo. Todas estas acusaciones han causado sensacionalistas titulares en la prensa nacional e internacional. Sin embargo, la verdadera búsqueda de la verdad o en pro de la defensa de los intereses del pueblo venezolano.
Cuando alguien cae en un atolladero, lo bueno es tener un amigo que te ayude e impida padecer ataques o las consecuencias de los golpes de las situaciones comprometedoras.
Es el caso de Alex Saab, de nacionalidad colombiana, acusado de lavado de dinero y participar en el entramado de corrupción de las cajas del CLAP.
Los abogados de Saab, han presentado ante el Tribunal Constitucional de Cabo Verde un recurso de amparo contra la extradición hacia Estados Unidos, es evidente que el «empresario», a quien Nicolás Maduro ha defendido como si fuera un Ciudadano Venezolano, no puede estar a merced de los más acérrimos enemigos del gobierno bolivariano.
El 12 de junio, Saab, que ha sido señalado como testaferro de Nicolás Maduro, quedó detenido en el archipiélago africano cuando su avioneta aterrizó para repostar combustible, mientras cubría la ruta Rusia-Irán.
Desde el primer momento, el régimen venezolano ha sondeado diversas vías para salvarlo de una pena que tendría por sus presuntos negocios sucios, una acusación a la que también se sumó la Fiscalía de Colombia, que acusa a Saab de haber realizado exportaciones e importaciones ficticias con varias de sus compañías.
El empresario colombiano –detenido en Cabo Verde– busca así la protección de la Constitución del país africano. «Presentamos (ante el Supremo Tribunal de Justicia) varios argumentos, a saber: la inconstitucionalidad de la Ley de Cooperación Judicial en la que se basó la decisión de arrestar al señor Alex Saab en Cabo Verde, la privación del derecho a la libertad por una simple decisión administrativa y la ilegalidad del cumplimiento de las solicitudes de Interpol por parte de la Policía Judicial de Cabo Verde», explicó su abogado, José Manuel Pinto Monteiro a EFE en Praia, la capital caboverdiana.
El apoyo selectivo
A ojos del régimen venezolano, la captura de Saab es “arbitraria” e “irregular” por lo que lo tildó como una acción más “de agresión, bloqueo y asedio de EE.UU.” contra el país sudamericano, y en ese sentido, alegó que el detenido es un “ciudadano venezolano”.
Esta semana, el agente del chavismo contrató al bufete de Baltasar Garzón para que le defienda en la batalla de la extradición a EE.UU.. Una de las tareas del exmagistrado será demandar al Estado de Cabo Verde por “dañar la imagen” de Saab, por lo que podría pedir una indemnización de entre 5 y 12 millones de dólares.
En medio del atolladero, la ayuda del gobierno bolivariano es fundamental. Señalan sus aliados que esto es parte de la campaña persecutoria norteamericana , que auspicia el bloqueo a Venezuela.
Cuando es necesario, los «revolucionarios» venezolanos saltan a la defensa de sus camaradas. El detalle está cuando una persona deja de ser de su entorno, como es el caso de Eudomario Carruyo, cuya larga trayectoria en PDVSA se vió manchada con acusaciones que carecen de fundamento legal y pruebas, pero que pesan sobre su persona, dañando su imagen y detrimentando su reputación.
Parece que la reputación personal de Saab pesa más, en lo que al gobierno bolivariano se refiere, que la de Carruyo. Todas estas acusaciones han causado sensacionalistas titulares en la prensa nacional e internacional. Sin embargo, la verdadera búsqueda de la verdad o en pro de la defensa de los intereses del pueblo venezolano.
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