Un castillo de naipes: Andorra y PDVSA

Las tramas de PDVSA y Andorra siguen generando titulares

Las tramas de PDVSA y Andorra siguen generando titulares con información sin fundamentos, removiendo temas que ya han sido aclarados y resueltos que da cimiento a un castillo de naipes que sigue distrayendo la opinión pública.

En apariencia se han generado rumores de acciones y señalamientos de quienes han desfalcado a nuestra nacional petrolera. Sin embargo el problema está en ¿Quién lleva la investigación que ya está cerrada?

Volviendo a las tramas, surge nombres que involucran a personalidades que retuercen la verdad de lo que una vez fue señalamientos para desviar los puntos importantes de la gestión de quienes una vez laboraron la industria petrolera venezolana, acusaciones que involucraron, por ejemplo, a Eudomario Carruyo, en lo que se una supuesta asociación al caso poco fundamentada ya esclarecida ante los entes pertinentes y para su momento preciso.

Toda la documentación que se mostró para aquel entonces de la investigación fue totalmente desmentida, ya que nunca se encontró ninguna vinculación, ni firmas, ni nada que lo atara a tales acusaciones. La única prueba es un documento insustancial, con el que tratan de mostrar como una verdad un argumento sustentado por un castillo de naipes.

 

Periodismo sin ética

Una práctica ya instaurada en torno a los temas de política, sobre todo en el tema de acusaciones y corruptelas es la de la construcción de noticias falsas. Con la elaboración de campañas sistemáticas con publicaciones periódicas y replicadas en diferentes medios de comunicación; las cuales repiten el contenido casi palabra por palabra se aprecia que sólo se difunde el contenido, sin un trabajo de investigación o corroboración.

Se ha visto con reincidencia, que se trae a colación casos ya resueltos, no solo del tema de PDVSA y al Banco de Andorra, sino también de otros escenarios y personajes de la política, basada en conjeturas y un documento forjados. Esto en plena era de la tecnología donde detectar estos montajes son juegos de niños.

En el caso de Carruyo, hacen una afirmación sin presentar evidencia, alegando que tiene una cuenta bancaria en esa institución. Señalándolo por pago de servicios prestados con ninguna clase de soportes.

Con una pequeña búsqueda en Google, en algunos periódicos en línea ya habían replicado la información de la supuesta trama. Twitter tenía referencias a estas publicaciones, pero no lograron convertirla en tendencia, por lo visto esa estrategia falló.

Aquí se evidencia que la falta de profundidad en la investigación periodística, que hasta los mismos lectores detectan un fake news.

Entonces, nos preguntamos ¡¿Dónde esta la ética y la responsabilidad social?!, lo que se publica por cualquier medio lleva un peso enorme pues el daño a la integridad de las personas e instituciones tiene un impacto que puede generar un daño incalculable.

De esta forma, se genera un halo entorno a la credibilidad de la persona señalada, de los medios y de quienes se escriben afirmando verdades creadas o mentiras verdaderas.

Por esto, que involucra la falta de ética, todos a quienes señalan sin fundamentos se ven afectados por la ligereza de quien no investiga basándose en lo hechos y la veracidad. Los medios, e inclusive quien irresponsablemente firma una publicación, con señalamientos sacados mágicamente como un as bajo la maga para construir un castillo de naipes en un laboratorio comunicacional mal ejecutado que deja entredicho a los medios que permiten estas publicaciones sean huellas en el periodismo.

Subestimar la inteligencia del lector denota arrogancia, la información debe ser tratada con rigurosidad, una afirmación sin bases sólidas cae por su propio peso.

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