Colombia reinicia diálogos de paz

El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció hoy el reinicio de los diálogos de paz con el grupo guerrillero ELN, al suspender las órdenes de arresto de los jefes negociadores de esa organización y la activación de los protocolos de seguridad, que les permite salir de Cuba.

El Jefe de Estado hizo adicionalmente un llamado a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AUG) o Clan del Golfo, la estructura criminal de origen paramilitar que se ha convertido en el azote de decenas de municipios en el norte del país y la mayor amenaza de los líderes sociales, para acogerse a su propuesta de «paz total».

Mediante decreto, que firmó en la víspera, Petro ordenó «restituir los protocolos» de seguridad para que los jefes negociadores del ELN que los últimos cuatro años estuvieron anclados en La Habana, puedan «reconectarse» con «su organización».

La decisión incluyó «suspender órdenes de captura a esos negociadores, suspender órdenes de extradición a esos negociadores, para que comience un diálogo con el Ejército de Liberación Nacional», precisó.

La idea, acorde con lo que ofreció en su campaña a la Presidencia, es la de «intentar construir el camino, ojalá rápido y expedito, donde esta organización deje de ser una guerrilla insurgente en Colombia».

Los diálogos de paz con el ELN quedaron en suspenso por decisión de su antecesor, Iván Duque (2018-2022), que se encontró con unas conversaciones iniciadas en el mandato de Juan Manuel Santos (2010-2018).

Tras su arribo al poder, Duque pidió un tiempo para analizar el estado de esas negaciones y luego las suspendió.

El asunto se agravó con el atentado con coche-bomba perpetrado por los rebeldes al interior de la escuela de formación de oficiales de la Policía, donde murieron una veintena de personas.

El entonces mandatario no solo dejó en el aire las conversaciones de paz, sino que ordenó el arresto de los jefes negociadores de ese grupo, desconociendo los protocolos de seguridad pactados con el Estado, que les permitía en caso de ruptura salir de la capital cubana.

Duque exigió del gobierno cubano la entrega de esos negociadores, a lo que La Habana se negó aduciendo su condición de anfitrión y el compromiso pactado para respetar los protocolos.

Esa respuesta tuvo consecuencias en Washington que volvió a incluir a esa nación caribeña en su lista de países que no luchan contra el terrorismo internacional.

Desde su llegada a la Casa de Nariño, Petro, el primer mandatario izquierdista en la historia del país, movió sus fichas entorno a su propuesta de paz.

Envió a su canciller, Alvaro Leyva, y al encargado de los temas de paz, Danilo Rueda, a La Habana para proponerle al ELN retomar las negociaciones.

El Jefe de Estado fue mucho mas audaz y habló de que su gobierno estaba interesado en abrir otros frentes de conversación para pactar salidas pacíficas con los restantes grupos armados ilegales y bandas criminales, que desde antes de su posición se manifestaron dispuestas a abandonar sus actividades. De eso se trata la «paz total».

A esas organizaciones, en particular al Clan del Golfo, también se refirió hoy Petro, al invitar «a quienes integran las llamadas «autodefensas» para iniciar un camino similar» de paz.

«Invito a quienes integran las llamadas autodefensas para iniciar un camino similar y, conjuntamente, entregar esta región a la paz y la vida de sus propios integrantes: si son menores de edad, a la sociedad; si son mayores de edad, a la existencia pacífica en el territorio o en cualquier lugar del país», propuso.

Los anuncios fueron hechos por Petro desde de San Pablo (Bolívar), una zona neurálgica del llamado Magdalena Medio, una región que abarca 44 municipios de siete departamento, al finalizar un consejo de seguridad integral con autoridades civiles y militares.
«Esperamos que estas opciones de diálogo que hoy abrimos y que se abrirán a mas, en la perspectiva de una paz total, realmente puedan hacer que aquí en el Magdalena Medio no mueran mas los jóvenes, sean civiles, sean uniformados del Estado, sean uniformados por la ilegalidad», manifestó.
Agregó que con la resolución que firmó para retomar los diálogos con el ELN «inicia una nueva posibilidad de proceso de paz en Colombia».
«Espero y estaremos vigilantes, con la fuerza pública y con las autoridades civiles, traiga en concreto la disminución de la violencia en el sur de Bolívar, en nuestro Magdalena Medio, en las tierras al gran río de la patria», apuntó el Jefe de Estado.

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