Llegamos al primer mes del programa de recuperación económica, el cual inició el pasado 24 de agosto con el proceso de reconversión monetaria y la indexación de cinco ceros a la moneda nacional.
Durante este período vimos restringida de una manera más intensa el acceso al efectivo, que los bancos entregaban a cuenta gotas y que se conseguía de manera ilegal con un 500% de sobreprecio.
Recientemente el presidente de la república ordenó a la banca nacional pública y privada que entregase el efectivo vía taquilla y que se permita la entrega de 100 bs s. mediante los cajeros automáticos.
Los productos con precios acordados tienden a escasear y a su vez se consiguen los de importación que superan por tres veces su valor.
Según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros, la Cesta Básica Familiar para el mes de julio se ubicó en 11.572,52 bolívares soberanos, mermando el incremento salarial que estableció el gobierno en 1800 bs s. .
Se hace difícil conseguir los rubros básicos de alimentos, tal como carne, pollo y huevos. Otro rubro difícil de encontrar es el azúcar, que se encuentra en el mercado informal en 70 bs s, en lugar de los 32 bs. s. que establece la lista.
Dentro de este esquema el economista Alexander Guerrero explicó a la agencia noticiosa italiana, ANSA, que «El impacto del paquete de medidas económicas de Maduro es negativo porque nada ha cambiado, continuamos con la hiperinflación y vemos más escasez de alimentos y bienes, y más cierre de empresas».
El economista indica que «Estamos ante un futuro incierto y cada día se incrementa el número de empresas y comercios que están cerrando sus puertas por los efectos negativos de estas programa».
Se requiere del impulso del aparato productivo, asociado a los cambios en la política monetaria y los ajustes económicos implementados por el gobierno, muy parecidos a los que en su momentos Carlos Andrés Pérez quiso implementar y que fueron impedidos por la revuelta popular de 1992.