La sabiduría popular logra hacer un compendio de verdades universales, lo que no se puede ocultar en medio de los escándalos que enlodan al país, se usa a discreción para entorpecer la justicia.
«Hay tres cosas que no se pueden ocultar: el humo, el amor y el dinero», dice la sabiduría popular.
En Venezuela, hay tanto dinero perdido debido a actos de corrupción que parece surreal que no se dé con su paradero.
Las leyes de nuestro país son claras y muy bien estructuradas, los empleados públicos deben hacer declaraciones juradas de capital antes de iniciar su labor. Sin embargo es del conocimiento general el estilo de vida de muchos funcionarios públicos y sus familias.
Las redes sociales, muestran en todo su esplendor viajes, visitas a lugares de élite, comidas exóticas, residencias sólo comparables a las de las revistas, lugares de estudio de primera. Todo este entorno dorado forjó un nuevo concepto: Los Boliburgueses.
En la época victoriana les hubieran llamado Nuevos Ricos, Nuevo Dinero o recién vestidos. Los integrantes de las sociedades de abolengo no toleraban a estos «trepadores sociales».
Con la crisis venezolana, donde un trabajador no puede satisfacer no las necesidades mínimas de sus familias, cualquier ostentación aunque pequeña, le recuerda todo aquello a lo que no puede acceder. La ostentación de los boliburgueses, es una cachetada a la dignidad de los venezolanos, que tratan de ganarse la vida honestamente.
Así las cosas, la inimaginable suma de millones de dólares robada a PDVSA, entre los otros numerosos casos de corrupción perpetrados en este país, desmoralizan a las personas, ofreciendo el peor de los ejemplos a nuestra juventud: El trabajo honrado no lleva a la riqueza económica, pero si lo hace el robo.
Promesas incumplidas
El gobierno bolivariano tiene dos años en una cruzada contra la corrupción, luego de casi dos décadas de desmanes (sólo en la gestión bolivariana), se decidió poner coto a una situación que dejó casi inoperante a PDVSA.
Estas acciones son las que supuestamente detendrían a todos los vinculados en casos de lavado de dinero y otros delitos relacionados con la petrolera estatal. Sin embargo esa supuesta batalla, no sólo quedó incompleta, sino que detrás de ella se saltaron algunas líneas y otras se transgredieron para ocultar o detener a ciertos implicados.
Tarek William Saab, en ese momento (2017) informaba que, «por los casos de corrupción en PDVSA, habría 67 funcionarios detenidos y que 18 de ellos pertenecieron a altos cargos, pero dentro de esos casos, hubo personajes del chavismo que ni siquiera fueron nombrados en medio de las investigaciones y muchos otros que fueron señalados hasta el cansancio, tan sólo para desviar las miradas», expone la publicación El Informate Digital.com.
Saltan nombres como Luis Carlos León Pérez, Rafael Ramírez, Matthias Krull, Francisco Antonio Jiménez Giusti, Joaquín Ernesto Torres Velásquez, Javier Alexander Sosa, y Eudomario Carruyo, entre muchos otros nombres más y menos conocidos por el público,
Los procesos están, también las sospechas. Eso ha creado un marasmo de mecanismos legales y señalamientos en los que justos y pecadores son enlodados de la misma manera.
Lo cierto de todo es que entre el cielo y la tierra no hay nada oculto, los verdaderos culpables saldrán eventualmente a la luz, porque la procedencia del dinero no se puede borrar. Lo que no se puede ocultar siempre será lo que los delate.