Paso de página en EE.UU., fin del «América primero»

El fin del «América primero» planteado por Donald Trump y la vuelta a la diplomacia tradicional del multilateralismo, así como la mano extendida a los aliados y el puño de hierro con los regímenes sin compromisos con los derechos humanos es el mensaje que lanzó Joe Biden al Departamento de Estado, en su primer visita a un ministerio junto con su vice Kamala Harris.

El presidente estadounidense, además, dio hoy su primer discurso sobre política exterior desde que asumió el cargo.

Una intervención anticipada por su asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, quien anunció una «línea más dura y efectiva» con Rusia y el congelamiento del movimiento de tropas estadounidenses desde Alemania buscadas por Donald Trump para castigar a Berlín, acusada de poca contribución a la OTAN.

También se dejará de apoyar la guerra de Arabia Saudita en Yemen, con la esperanza de resolver una de las peores crisis humanitarias del mundo.
Sullivan también anunció una orden ejecutiva sobre el golpe de Birmania y sanciones en las que la Casa Blanca tiene la intención de trabajar con el Congreso.

La política de «América primero», fue el bastión de Donald Trump y generó un gran estrépito en la geopolítica internacional.

El asesor de seguridad nacional reveló otras dos medidas: el aumento del número de refugiados para ser recibidos, drásticamente reducido por Trump, y un memorando para proteger los derechos de la comunidad LGBT en todo el mundo.

La opción de empezar de nuevo desde el Departamento de Estado, y no desde el Pentágono o la CIA, está llena de significado: poner a la diplomacia y a los diplomáticos, a menudo rechazados, ridiculizados o vistos con sospecha por un presidente como Trump, en el centro de la acción del gobierno.

Biden quiso agradecer al cuerpo diplomático y restaurar la confianza, aprovechando la oportunidad para delinear su visión general del rol internacional de Estados Unidos, que debe enmendar alianzas y reconstruir su reputación para liderar al mundo con su ejemplo. Contrario al discurso de «América primero», reiterado por Trump.

El presidente había lanzado las primeras señales de cambio desde el «día uno» en la Casa Blanca, al reingresar al acuerdo climático de París y a la Organización Mundial de la Salud, y aboliendo la prohibición contra los países de mayoría musulmana.

Ahora se enfrenta a dos crisis, como la detención del opositor ruso Alexiei Navalny, junto con la de miles de sus partidarios, y el golpe de Estado en Birmania.

Pero junto a su muy activo secretario de Estado, Antony Blinken supo dictar la línea de inmediato, con sentencias firmes y la amenaza de sanciones en coordinación con los aliados.

El puño duro con Moscú podría traducirse en otras sanciones también por interferencia en las elecciones, por ciberataques y por supuestas recompensas por el asesinato de soldados estadounidenses en Afganistán.
Pero esto, de manera pragmática, no le impidió renovar el New Start, el último tratado con Rusia para el control de los arsenales nucleares, durante otros cinco años.

El oponente estratégico número uno, sin embargo, sigue siendo China, de la que el gobierno de Biden ya ha condenado el «genocidio» de los uigures.
Además, tras la guerra arancelaria de Trump, una de las más férreas políticas el «América primero». Biden pretende involucrar a los aliados europeos para contener los objetivos expansionistas de Pekín.

Por otra parte, el mandatario estadounidense hizo referencia a Afganistán y Corea del Norte, anunciando respectivamente la revisión del acuerdo de Trump con los talibanes para la retirada de tropas y un nuevo enfoque para la desnuclearización, entre sanciones e incentivos.

Estados Unidos, por otro lado, volverá a entrar en el acuerdo nuclear iraní sólo después de que Teherán vuelva a respetarlo, aunque luego apuntará a un nuevo trato «más fuerte y más duradero», con garantías incluso sobre el programa de misiles.

Del legado del magnate, Biden sólo salva los «Acuerdos de Abraham», con la aspiración de fortalecer la normalización de las relaciones entre Israel y los países árabes, pero ratificó la solución de dos Estados en el conflicto con los palestinos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
error: