Tres años después del Panamá Papers Affair, el asunto pasó de la ebullición a la calma, sólo hay una estela de señalados, pero el dinero sigue girando en el sistema financiero internacional.
Miles de millones de dólares del Estado Venezolano, siguen en los paraísos fiscales o convenientemente congelados por orden de algún tribunal, asociados a cargos de blanqueo de capitales, sin embargo los venezolanos siguen sin ver el retorno de aquellas riquezas que en estos días de crisis, tanto bien podrían haber hecho al país.
Otros casos de corrupción, tan impactantes y millonarios, siguen abiertos y con muy pocas probabilidades de que esos capitales sean repatriados.
De manera aleatoria surgen, como sacados del baúl de los recuerdos, sólo para opacar crisis políticas u otros casos que molesten a algún sector o grupo que no desee ser visto en el radar.
Por ejemplo, Raul Gorrín fue acusado por las autoridades de Estados Unidos por haber pagado presuntamente unos 159 millones de dólares en sobornos a dos ex altos funcionarios venezolanos y haberles ayudado a lavar esos fondos ilícitos.
Recientemente, la fiscalía venezolana ha señalado nuevos casos, cuyo seguimiento no ha tenido nuevos avances de los que se haya dado cuenta a la opinión pública.
A principios de junio una corte venezolana ordenó que seis exfuncionarios fueran enjuiciados por las acusaciones de estar involucrados en una trama de corrupción.
Los detenidos son expresidente de Citgo, José Ángel Pereira y de los ex vicepresidentes, Tomeu Vadell, Alirio Zambrano, Jorge Toledo, Gustavo Cárdenas y José Luis Zambrano.
El gobierno bolivariano, en un intento de legitimación, dados los graves señalamientos en su contra ha mostrado con estos señalamientos, su firme intención mostrar la moralidad de sus acciones, mientras lo que queda de la estructura del país se desmorona bajo su administración.
PDVSA, está prácticamente quebrada, necesitando de nuevas inversiones para poder continuar operando y cumplir con las obligaciones ya adquiridas, además de adquirir nuevas, en este caso con China y Rusia.
La cortina de Humo
Tarek William Saab anunció que el Ministerio Público reabriría el proceso de los Papeles de Panamá, como se conoce la masiva filtración de documentos del bufete jurídico panameño Mossack-Fonseca, de quien recordamos comento Fonseca, al declarar que periodistas lo estaban usando como «chivo expiatorio» para distraer la atención y no investigar a fondo los sobornos de Odebrecht.
Cabe destacar que Venezuela, es el único país en el que el escándalo de Odebrecht no fue investigado ni expuesto a la opinión pública.
Recordemos que este caso de los Panamá Papers puso el reflector sobre personalidades que escondían sus fortunas a través de cuentas en paraísos fiscales, esta estrategia también sirvió como cortina de humo para ocultar tras el escándalo a algún grupo.
La verdad es que la investigación meramente puso en la palestra a un pequeño grupo de personas, a quienes les han abierto o reabierto alguna investigación, sin fundamentos o pruebas.
Tal es el conocido caso contra el ex vicepresidente de Finanzas de Petróleos de Venezuela, Eudomario Carruyo, a quien las investigaciones no le han encontrado alguna relación en hechos ilícitos.
La mezcla de medias verdades, falsedades y la manipulación de la información, obstaculizan la justicia, un viejo juego que utilizan los corruptos para salir bien librados de los procesos en su contra, en perjuicio del país y su gente.
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